Vacío el cenicero, me digo Eres un suicida, y por sí solas vienen las preguntas: ¿nuestra especie se comporta cómo yo, desde su nacimiento?; ¿qué podemos esperar ahora, entonces?; ¿quién hace de partera cuando avanzamos "correctamente"?
Uy, amanecí a medianoche como filósofo. Ni modo. Dudo porque no hay otra. Soñé con el paraíso y despierto a la realidad. No sé nada de Gramsci y lo cito vez tras vez, según atestiguan ustedes, con una única frase: "pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad".
Scorcese falla sin falta cuando dirige grandes producciones, creo, así tenga el mejor argumento posible.
-¡Lo echaste a perder! -le reclame al levantarme.
Luego vi aquello por televisión, asombrándome con el extraordinario, inusitado y previsible momento fundacional que documentaron abundantemente sus contemporáneos.
Explíquenos por favor, Leo Huberman. ¿En verdad puede rescatarse el pasado de su pueblo, si se conocen esos hechos? ¿Había un camino distinto?
Somos quienes nos es dable. ¿Sí? ¿Y Beirut 2020 según Robert Fisk? "Hay momentos en la historia de una nación que quedan congelados para siempre. Tal vez no sean las peores catástrofes que han abrumado a su gente, ni las más políticas. Sin embargo, capturan la interminable tragedia de una sociedad" (https://www.jornada.com.mx/ultimas/mundo/2020/08/05/una-tragedia-que-persistira-8707.html). Y no encuentro pesimismo existencial en usted y tal confirma el artículo. Hace mucho eligió esa ciudad para vivir y no por sacarle partido. Estar donde se debe, rezaba su máxima, seguro.
Stalín era más perverso que Hitler, pues de tonto no tenía un pelo y el otro para sumar dos más dos convocaba al gabinete. Y aun así, China, Vietnam, Cuba... Estuvimos cerca, aunque no nos durara el gusto. Y hubo griegos, italianos, argelíes...
Creer, aunque le haga uno al suicida y sea poquita cosa como todas y todos.
