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Enero próximo suena lejísimos, por fortuna, que ahí quedaré, cuando menos a la vista.
Me despido, eso hago, y entonces cuál vergüenza por los videos que Él ayudará a vestir con imágenes, mientras el Nuevo y su señito envían manjares a esta casita, protegiéndome de la pandemia.
Andaré desiertos con mi amita, al modo del hermano impedido que su beduino Craig llevaba por el mundo en aquella combi hippie.
-¿Podrás conmigo para esto y lo otro, Inesper?
-¿Cargarte, dices? N echará la mano.
-¿Y un barquito de vez en cuando? Arenas y aguas son misma cosa, quedamos.
-Pero sin tocar ciudades.
-Nomás los muelles. Niega que son bien románticos.
Bien engolados los demás que la cantan, jeje.