miércoles, 5 de octubre de 2022

Tres países a sustos

"Lula es el favorito, pero el bolsonarismo aún no se marchita", escribía Cristina Cavalcante antes de las elecciones en su país. Ahora sabemos cuánto atinaba. ¿O quedó corta, si se observa que el desquiciado brasileño todavía presidente continuará con mayoría en la cámara y sus aliados ganaron ciudades reducto de esa cada vez más madeja izquierda nacional? 

Las comparaciones son odiosas o absurdas, dicen, y que yo recuerde en este momento a la Alemania cuya entrada al siglo XX prometía ser el futuro político y del conocimiento y terminó trayendo a Hitler y compañía, debe tomarse cómo desvarío excepto por cuánta esperanza trajo Lula a nuestro subcontinente llegados los años dos mil. 

De la peculiar historia Alemana previa a 1900 pueden afirmarse muchas cosas. El Brasil colonial e independiente sigue siendo un galimatías excepto para los expertos. Solo ellos saben que se debía esperar un proceso inusitado. Si separado de Portugal cuando hispanoamérica y las Antillas producen a Toussaint Louverture, Hidalgo, Bolivar, Artigas, allí y por designio se entroniza al mismísimo hijo del rey lusitano, ya me dirán ustedes. 

Brasil incierto y por conocer hoy, pues, y Estados Unidos al borde del factible colapso observando los juicios a Trump que a un tiempo quizá lo llevarán al Capitolio y prisión. 

Vaya tiempo al cual se suma el México de septiembre-octubre 2022, caos que hace escribir a una seria, confiable, animosa periodista: "Creo que lo se viene (...) los próximos meses definirá el futuro y la viabilidad del país. Necesitamos todas y todos dar dos pasos atrás, respirar profundo y pensar muy bien qué estamos haciendo, qué consecuencias tendrán nuestros actos y a qué grupos estamos apuntalando" (Lydiette Carrión).

Ay, López Obrador, jugando a Todo lo soy y lo puedo y que rabie el Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales y no importa, por otro lado, cuanto griten, la Guardia Nacional militarizada va por mis huevos con alianzas con los priistas cuanto se necesite y el ejército, le pese a quien sea, será puntal de la futura Cuarta Transformación... 

Edvard Munch