miércoles, 16 de diciembre de 2020

Las cinco mil peruanas desaparecidas y "Los hombres de maíz"

 Según informes oficiales desaparecieron cinco mil peruanas en 2020, mayoritariamente jóvenes y niñas. ¿Había un subregistro que el sistema de cuentas apurado por la pandemia transparenta?

Como sea, ¿por qué?, ¿quiénes son los culpables? ¿Mafias criminales para prostituirlas y/o vender sus órganos? ¿Deben sumársele esposos y novios actuales o previos; tíos, primos, padres y hermanos reglamentarios o adoptivos, vecinos y condiscípulos, al modo habitual? ¿Cuántos otros y otras fueron testigos silenciosos?
"-Y María Tecún... no es tampoco de apellido Zacatón, y por lo mismo esta viva: de ser sangre de los Zacatón habrían cortado su cabeza de criatura de meses en la degollación de los Zacatón que yo, Curandero-Venado de las Siete-rozas ordene indirectamente... por ser hijos y nietos del farmacéutico que vendió y preparó a sabiendas el veneno que paralizó la guerra del invencible Gaspar Ilóm, contra los maiceros que siembran maíz para negociar con las cosechas. ¡Igual que hombres que preferían mujeres para vender la carne de sus hijos...! 
" -Si no es María Tecún ni María Zacatón, entonces, esta piedra, ¿quién es?, Venado de las Sieterozas... 
"-María la Lluvia, la Piojosa Grande, la que echó a correr como agua que se despeña, huyendo de la muerte... Llevaba a su espalda al hijo del invencible Gaspar... a su hijo el maíz, el maíz de Ilom, y erguida estará en el tiempo que está por venir, entre el cielo, la tierra y el vacío." 
¿Remitir a Los hombres de maíz, escrita por Miguel Ángel Asturias, quien antes o después tradujo el Chilam Balam mantenido en secreto durante siglos por los Maya Quiche tras la Conquista? Qué sinsentido, excepto si...
Perú y Guatemala, una misma llaga de quinientos años renovada por el neoliberalismo. Entonces había un abismo entre ellos. La civilización andina y Mesoamérica, dos universos para nosotros secretamente interrelacionados. También en ellos las mujeres sufrían, dentro de los meollos, cuando menos, y excepto quizá donde el Estado no llegaba. ¿Igual que más tarde? No y aún así...
¿Quiero robarnos nuestro edén perdido, tan mito como el bíblico y, contra todo, urgente, mientras encontramos uno real?
Paro. Las cinco mil peruanas desaparecidas claman desde el hoy, tiempo que nos acapara pues hasta en la Bolivia faro del mundo urgieron los días durante esos once meses que le permiten serlo.