viernes, 8 de enero de 2021

El Chilam Balam, los sueños lúcidos y plácidos ¿y ahora sí todo empezó, dementes?

 Ese título es irreverente en nivel extremo porque el Chilam Balam, libro sagrado de los maya quichés, señala lo que creo representa la gran tarea hecha en nuestra historia: reconstruir identidades y memorias por pueblos sobre quienes está sustentado el presente hasta hoy.


 


El relato es de una riqueza extraordinaria y viola las normas a que estamos acostumbrados, quizá sobre todo por su múltiple ambivalencia. No me atrevo a sugerirlo, siquiera, y pido se le consulte directamente: (41) (PDF) LIBRO DE CHILAM BALAM DE CHUMAYEL Wlfc^W CIEN de México | Lupita Martínez - Academia.edu.
El panteón de dioses mayas "escapa a toda lógica de identidad y no contradicción, ya que muchos (...) son uno y varios a la vez, buenos y malos, masculinos y femeninos, celestes y terrestres", dice alguien enterado. 
Paro pues quien entrevisto paralelamente a la nota da como golpe de Estado en intento lo sucedido en el Capitolio y nuevos indicios parecen señalar que los hechos pueden precipitarse -todo condicionado, ¿observan?
Ando mal, además, quizás por tensión y enojo -¿o comí demasiado?-, y duermo, plácidamente, cierto, gracias a que asesiné al de la Liga de la Justicia. Quedan pocos cigarros, es madrugada, hace frío y por primera vez en mucho tiempo no me animo a ir a la tienda o hasta pedírselos al radio taxi. Envejecer a solas tiene sus dificultades, sí.
Como sea, tampoco hoy avanzo en ese maravilloso libro que un supuesto sabio intérprete dictó entre recordando y rehaciendo el pasado de un linaje indígena. 
El presente, Trump con doce días para hacer locuras, la toma de posesión amenazada, los grupos neofascistas armados y los cuerpos policíacos y tal vez otras instancias estatales coaligándose, frente al pueblo que avanza como nunca antes en una América toda insurrecta.
Quizá los mayas quichés verán madurar sus empeños quinientos años después.
Este viejo tiene que hallar fuerza en la flaqueza. 
Vamos por tabaco a las 4:25 am, con tres grados centígrados, jeje.


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