En "canon" que no sabe cómo hacerse, hasta distorsionar.
O era hija de unos amigos y me miró con repugnancia. Meses después la joven con quien yo había formado entrañable pareja durante un encuentro continental y a la que ella conocía, reaccionó igual. Ésta iba acompañada por su novio, al cual rencontré cerca de mi casa.
-¿Por qué? -pude preguntarle.
-Olvide a esas locas -contestó para distraerme con otros asuntos.
Insistí y supe: era por la muchacha a mi lado aquel día: I. A O le pareció una grotesca trabajadora sexual que yo lucía.
Confieso mi sorpresa por el atavío cuando casi recién llegada ofrecí llevarla a pasear.
Vivía en una zona maquilera norteña y me conectó porque estaba platónicamente enamorada de alguien cercano a mí.
No era trigo limpio, como se dice, y montó una trampa aprovechando que dirigía la lucha en defensa de autos chocolate, según llaman a los traídos por nuestros migrantes al abandonar Estados Unidos.
-Me amenazaron de muerte -dijo y este buen samaritano movió cielo, tierra y mar para darle el amparo de una organización y promover la vaquita que le permitió viajar a mi ciudad, donde la acogí.
-Los abuelos velarán por ella.
Estúpido era. Cliente o padrote, no, jeje. Tampoco mojigato y chismoso, al modo de O, cuyos padres presumían revolucionarias estrellas.
Por prevención no volví a frecuentar espacios en que podría topar con quienes ella trataba.
¿I? Regresó a casa sin cumplir su delirio de amor. Pobre, menuda cabrona, saqueando al paso mi hogar, jeje.
-0-
¿Qué hay en esa historia? Simple vida transcurriendo. Molestias aparte, se agradece a la vez como enseñanza.
Detrás, pequeños mundos que tales y cuales crearon conforme a sus circunstancias. Y con ellos su eco más allá del momento, hasta este preciso instante, cuando los imagino o inquiero por ellos.
F:jJf-