-Regresé vivo -digo a la pluscuanperfecta y sonríe por la pantalla, pues sabe que su viejo se irá cuando decida y no según ordenen los subeybaja de una vida hecha a conciencia así aparezca como desatino.
En el papel de Eterna tenemos dos crías y aquí donde la mera vigilia solo a N, su hijo y nieto mío.
-Te toca venir ya -me susurra en alto, porque las olas están para eso: recrear a las y los pobrecitos humanos. Es como una queja, tras verme salir de la ciudad por primera vez desde 2020.
Retrasando la respuesta aprovecho para mostrarle.
-Estuvo en verdad emocionante, aunque no asistieran por mí. Llevaban dos horas escuchando esta gran ópera.
"Improvisar aprovechando el ambiente es gran cosa."
-A lo nuestro -corta-. Día y hora de tu llegada, jeje.
-¿Adónde no salí nunca? De regreso aquí qué inconcebible, casi sin fin noche le diste a este magro hombre.
-En sueños.
-Tan vívidos como tu fresca piel ahora, crecientemente cercana a la costeña.
-Exagerado, por el color, digo. De frescura no sé. Aquí puedes soñar también, ya que no quieres algo más.
-Estamos seriando gacho, jeje.
-Sí. Ven y lo discutimos, anda.
-Tú siempre Inesperada.