domingo, 25 de septiembre de 2022

El año es 1964

Aguanta, que cuando menos cuarenta "editoriales rojas" de cuatro continentes se reúnen para formar una federación en la cual se escucha el ascenso popular del mundo y tú estás ahí, me digo. Entre ellas la del pensador hindú que coescribió el último libro de Chomsky, prologado por Angela Davis. Tras dos minutos conspiras para crear un espacio virtual con ellas y al tercero aparece ya el primer intento, mientras la 4T no sabé qué hacer con su futuro y quinientos años de hegemonía occidental y el neoliberalismo se desploman. Quizá mañana estarás en Bogota, Beijing o Windhoek, Namibia jjj Producen, pues, los esfuerzos hechos desde octubre de 2019.
¿Cómo explicarle a tu cría menor, trabajo y eficiencia puras, que el año fue en verdad 1964, cuando te dice De eso se trataba, tengo entendido y en silencio le respondes No?
Gustavo Díaz Ordaz es designado-electo presidente, coronando lo iniciado en 1959, culminación a su vez de las bases sentadas dos décadas antes. 
Los Beatles irrumpen en el mundo y así es seguro ya: una nueva música popular se impondrá a la culta. Puede gracias al impulso del integracionismo estadounidense, la resistencia vietnamita que costará dos millones de hombres y mujeres y la Guerra Fría cuyo ascenso asesinó a John F. Kennedy, quien ordenó el bloqueo a Cuba, y que pronto terminará con Kruschev, liberalizador del estalinismo, en cuyo camino fue destrozada la revolución húngara. 
Entretanto falla por poco el movimiento que más tarde llevará a Salvador Allende a dirigir Chile, en Argentina los y las obreras ocupan diez mil fábricas, se forma la Organización Para la Liberación de Palestina, Nelson Mandela pronuncia su discurso «Estoy listo para morir» en un momento cumbre contra el apartheid y el Che Guevara anuncia su internacionalización. 
La reciente, brevísima conversación con el hijo segundo se produjo, sí, y no queda bien aclarada. Me dijo allí que su como incansable esfuerzo producto del conocimiento científico adquirido a conciencia es obra natural y lo hace desde cuando tuvo oportunidad, niño quizá, y en silencio le contesté Había otros destinos necesarios entre esta obra mayor llamada especie humana, si bien yo tomé el mío por inercia o flojera.
Y ve, quiero decirle ahora.    
-La música de Dylan es una forma de vida -continúo- y yo mal me encontré con ella cuando "decidí" el porvenir personal. No me habría servido tal cual pues, conforme explico en otra parte, solo mi pésimo inglés permitía apropiármelo, poniéndole frases o letras enteras que el día demandaba, y tenía ya, además, otros susurrantes al oído: Paul Nizan, el bizco francés y sus discípulos cinematográficos. Vinieron a un país pequeño dentro de México, cuyos ojos se abrían a la tierra.

"Tardaría medio siglo en mirar hacia el Mr. de carne y hueso, entre las colas que hacían otros y otras como él, por pequeños antros, estaciones radiales, estudios de grabación y multitudes en espera de mensajes? Su proceso era emocionantísimo y no le daba tregua.

"Lo entiendo, pero nada de eso se encontraba por aquí y ni la pandereta sabía tocar.

"De paso, Nizan, pongamos, escapó a Aden, Arabia, donde halló mil cosas, excepto vías rectas."

El probable suicida soñó anoche con otra Eterna, pequeña, de cabello castaño claro, sonrisosa, en mi quizá mejor sueño.