viernes, 30 de septiembre de 2022

Un inexiste más

 El blog refleja cómo sigo al dedillo la información sobre México y podía probar que hago otro tanto con temas hemisféricos y mundiales. 

                Pongamos, con algo a mano.  

Pues sí, paso el día ante esta computadora, mientras mis compañeras y compañeros no paran preparando un gran evento. Hago pequeños esfuerzos para no ser mera carga con ellas y ellos y fallo, al menos en apariencia porque algo puede terminar sirviéndoles y no sería la primera vez, si bien... 

No me siento menos que los demás de cualquier edad en circunstancias equivalentes y sí más comparando ingresos y principios o incluso eficiencia y perspectivas a futuro.

          Más ejemplificaciones. (Es demasiado largo, dice el Big Brother blogero, jeje.)

Los sueños me avalan, acariciadores. Soy, así, como las mayorías en el transporte público, mínimas, prescindibles existencias a ojos del poder. 

Mientras, sigo con mi maravillosa música.

La Tic no lee aquí, intuye: cualquier día... Los hijos están también preparados. A pesar de todo, confían: estaré cuando ella emprenda finalmente con N su aventura y E y S, nietos, tengan descendencia.
 

jueves, 29 de septiembre de 2022

"Los demonios andan sueltos"

 -"Los demonios andan sueltos" -dice el periodista No.1 del siguiente video, recordando la frase que alguien bien enterado soltó al comentar los acontecimientos cuyo inicio en 1994 incluían un magnicidio. 

El experto consultado allí mismo completa y mucho lo que se sabe sobre los últimos eventos en torno al informe del caso Ayotzinapa. Obsérvese. 

                    De 2:30:00 a 2:58:00 

Entre otras cosas se han referido a esta dolosa entrevista, que escala una campaña de medios e intelectuales conservadores aparentemente sepultados, no importa cuánto gritaran, y que vuelven por sus fueros.

El planteamiento originario de AMLO fue así, conforme revela ahora:

                            Hacia minuto 20.

¿Atenúa la situación actual?

Respuesta inmediata del GIEI.

                            Hacia el final.

El informe no para en agradecimientos a AMLO.

Aquí el documento descargable: http://centroprodh.org.mx/GIEI/?wpdmpro=informe-ayotzinapa-i. 

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Al tiempo "Claudio X. busca un acercamiento con Monreal para convencerlo de romper con la 4T", y el presidente de la bancada obradorista en el Senado declara: "Yo elijo cuando romper".

Así López Obrador no parece, al menos momentáneamente, el hábil, todopoderoso líder cuyos dilemas días atrás se concentraban en elegir sucesor de una política que solo él entiende y tiene como eje al ejército.

Hago esta nota como el probable, digno, amoroso suicida que sigo siendo a pesar de mi súbita nueva fortuna, soñada, según todo indica, mientras me pregunto si quienes se han sentido emerger para siempre continúan creyéndolo. 

-¿Y el pueblo obradorista que cada vez más asaltaba la escena pública? -pienso contemplando un presumible ascenso del movimiento social, desconcertado desde 2018.

         

domingo, 25 de septiembre de 2022

El año es 1964

Aguanta, que cuando menos cuarenta "editoriales rojas" de cuatro continentes se reúnen para formar una federación en la cual se escucha el ascenso popular del mundo y tú estás ahí, me digo. Entre ellas la del pensador hindú que coescribió el último libro de Chomsky, prologado por Angela Davis. Tras dos minutos conspiras para crear un espacio virtual con ellas y al tercero aparece ya el primer intento, mientras la 4T no sabé qué hacer con su futuro y quinientos años de hegemonía occidental y el neoliberalismo se desploman. Quizá mañana estarás en Bogota, Beijing o Windhoek, Namibia jjj Producen, pues, los esfuerzos hechos desde octubre de 2019.
¿Cómo explicarle a tu cría menor, trabajo y eficiencia puras, que el año fue en verdad 1964, cuando te dice De eso se trataba, tengo entendido y en silencio le respondes No?
Gustavo Díaz Ordaz es designado-electo presidente, coronando lo iniciado en 1959, culminación a su vez de las bases sentadas dos décadas antes. 
Los Beatles irrumpen en el mundo y así es seguro ya: una nueva música popular se impondrá a la culta. Puede gracias al impulso del integracionismo estadounidense, la resistencia vietnamita que costará dos millones de hombres y mujeres y la Guerra Fría cuyo ascenso asesinó a John F. Kennedy, quien ordenó el bloqueo a Cuba, y que pronto terminará con Kruschev, liberalizador del estalinismo, en cuyo camino fue destrozada la revolución húngara. 
Entretanto falla por poco el movimiento que más tarde llevará a Salvador Allende a dirigir Chile, en Argentina los y las obreras ocupan diez mil fábricas, se forma la Organización Para la Liberación de Palestina, Nelson Mandela pronuncia su discurso «Estoy listo para morir» en un momento cumbre contra el apartheid y el Che Guevara anuncia su internacionalización. 
La reciente, brevísima conversación con el hijo segundo se produjo, sí, y no queda bien aclarada. Me dijo allí que su como incansable esfuerzo producto del conocimiento científico adquirido a conciencia es obra natural y lo hace desde cuando tuvo oportunidad, niño quizá, y en silencio le contesté Había otros destinos necesarios entre esta obra mayor llamada especie humana, si bien yo tomé el mío por inercia o flojera.
Y ve, quiero decirle ahora.    
-La música de Dylan es una forma de vida -continúo- y yo mal me encontré con ella cuando "decidí" el porvenir personal. No me habría servido tal cual pues, conforme explico en otra parte, solo mi pésimo inglés permitía apropiármelo, poniéndole frases o letras enteras que el día demandaba, y tenía ya, además, otros susurrantes al oído: Paul Nizan, el bizco francés y sus discípulos cinematográficos. Vinieron a un país pequeño dentro de México, cuyos ojos se abrían a la tierra.

"Tardaría medio siglo en mirar hacia el Mr. de carne y hueso, entre las colas que hacían otros y otras como él, por pequeños antros, estaciones radiales, estudios de grabación y multitudes en espera de mensajes? Su proceso era emocionantísimo y no le daba tregua.

"Lo entiendo, pero nada de eso se encontraba por aquí y ni la pandereta sabía tocar.

"De paso, Nizan, pongamos, escapó a Aden, Arabia, donde halló mil cosas, excepto vías rectas."

El probable suicida soñó anoche con otra Eterna, pequeña, de cabello castaño claro, sonrisosa, en mi quizá mejor sueño.
 

            

viernes, 23 de septiembre de 2022

Apocalipsis

No más Cuadernos-suplemento. Los escribo ya por inercia. Acógeme de una buena vez, Tic. ¿Dejarás que viaje cada quince días para encontrarme con crías y nietos en el estadio Potro? Solo eso. Las Eternas no volverán, prometo. 

Pregunto a Naomi Kleim (http://fobomade.org.bo/wp-content/uploads/2017/09/Esto-lo-cambia-todo-Naomi-Klein.pdf) si también de este desastre sacarán partido los Malditos.

Porque esos cinco siglos en que están sustentados parecen venirse abajo, según mis tercos apuntes. Fueron el apocalipsis, ambos, tiempos y hombres, para culturas cuyo nacimiento narra, por ejemplo, el Chilam Balam citado aquí (http://www.medina502.com/classes/faithandculture_la/lecturas/chilambchumayel%20copy-1.pdf). Por ejemplo, digo, pues podríamos comprobarlo con las Áfricas negras (¿Quién nos contará?). 

Mi país vive hundido en él. 

Mapa de las cuatro mil fosas halladas (https://premioggm.org/premio-gabo/edicion/2019/trabajos/cobertura/el-pais-de-las-dos-mil-fosas/).

Foto de Jair Cabrera.
 "Morir, dormir", digo cada poco en los Cuadernos. ¿Cuántos y cuántas en nuestras tierras creemos soñar?

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Dormí once horas y no sé si volveré a encontrarme con G, quien hace otro tanto todos los días, como presumió durante nuestro primer contacto. Fue un sueño lúcido y los suyos también, sin duda. El mío cargaba con ese apocalipsis que para ella no existe, cobijada por dulces apariencias en la entidad tratada aquí: 

                         Ver a partir de 1:11:00
  

lunes, 19 de septiembre de 2022

Última función. 2

 

2003
Del comenzar

Él y el Nuevo volaban solos al fin, yo no podía soportarlo y cometí el peor pecado de un padre: hacerme amigo de sus amigos, jeje.
Afortunadamente tenía la terca nostalgia que me atrapaba viaje tras viaje desde nuestra nueva ciudad provinciana mirando por las ventanillas de los autobuses. Para entenderla deben ir a Desde la azotea y Dije 2004 y debió ser 2003.
Un día dije a aquéllos que no se preocuparan más. Lo hice enredándome con las palabras y su padre me odió con justa razón. Cuando llegaron ustedes, Ohsis, me hizo pasar las de Caín para permitir acercármeles, jeje. 
El interminable diario a la Inesperada irá aquí a cachos y en cuanto revela momentos que de otra forma habría guardado. Como este: 
El trabajo que encontré con los grandes amigos dejaba ingresos apenas suficientes para una pobre supervivencia y en compensación lo hacía en casa usando dos o tres horas. Eso era lo que permitía pasar ocho reglamentarias con las cositas, sin minuto nalga, excepto los domingos y agregando algunas noches completas. 
Llegaste a fines de diciembre, cuando ellos estaban en la playa y pude dedicarme enteramente a ti.
(...)
Ya advertí: tan a la deriva ambos, después y antes de que dejará de ver a los nietos, pues a su veleta iba y el regreso cada noche a casa era una muerte pequeña amenazando con la grande, sino que lo diga el irremediable "ataque de pánico" -menuda imbécil categoría- por el cual y a pretextos pedía al taxista tomar un insensato camino evitando la vía rápida, sin fugas ni respiros, desolación absoluta; tan a la deriva, entonces, tan frágiles... 
 

201X

"Sur, geografía profunda"

Prometo pasar la nota que para ustedes hice una madrugada frente al lago, dos mil kilómetros al sur. Así entenderán el título de esto, aunque lo intuyen, desde luego.
Apenas regresé las hermanitas me convocaron, no hubo tiempo para contarles y el día siguiente amanece con cuatro parejas y media durmiendo como pueden y quieren en la casita. 
Sombras, todos iluminamos... la sombra, claro, y cada una a su modo. Yo parezco estar allí y cada vez más ando en otra parte y ruego se marchen los demás para ocupar de nuevo mi soledad.
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Este apunte no debería estar aquí, E y S, donde sólo cabe lo trasegado. ¿Simplemente me equivoqué o nos conduzco a un punto oculto también para mí?
Las primeras búsquedas, a los veinte años, fueron hacia el norte. ¿No había o no entendía el abismo?, pregunto al yo de entonces, que no puede contestar, así estemos cara a cara, en presente los dos. Presente perfecto hoy, aclaro, pues apenas contengo la necesidad de hablar con la Inesperada.
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En sus vacíos y su lenguaje cifrado los cuadernos terminan asemejándose a una novela, creo. El primer miércoles de mis sesenta y nueve años, saben por fin sin dudas que son uno, este a la vista. El resto apenas se insinúan, sin importar lo mucho detrás de ellos.
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"Sur, geografía profunda", pues. Saco de la maleta los papelitos que encontré en el cuarto de hotel cuando esa madrugada una semana atrás no había más donde escribir. Huelen a trópico húmedo, mil seiscientos metros sobre el nivel mar, deducimos entre la niebla, pues los cafetales necesitan altura y de mañana hubo una visita a ellos:
El lago frente a mí tiene una calidad fantástica con su cordillera al fondo. ¿Existe o es nuestro hotel quien nada en la imaginación, sólido que se desvanece en el aire contra esa terca tierra bien enraizada en milenos de historia, como las montañas que un volcán corona?
-0-
El Sur geografía profunda está por todas partes un mes después del viaje y basta con andar por nuestra ciudad. Lo encuentro en las charlas con Armando, Emilio, Fernando, o al buscar a Aldebundo entre rutas un poco enredosas, y sus miles de compañeras y compañeros, o en el campamento que se vuelve mi segundo hogar y representa a multitudes. Aparece también durante las nuevas pláticas sobre el joven sin rostro (
Ni perdón ni olvido).
Me muevo allí sin dejar huella, S y E, pues no hago sino acurrucarme. Si algo aprendo no servirá para nada ni nadie, incapaz como soy de traducirlo y tengo a la edad en contra. Ocasionalmente lo que me pasaba desapercibido se descubría madurando dentro de mí. Ahora lo aprovecho por instinto. ¿Para qué? Imposible saber. 
Sigo en la azotea a mis ocho años. Sólo llegan reflejos. Entre el campamento, Lupita es una nueva Felícitas.
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No puedo resistirlo

 
SIGUE

domingo, 18 de septiembre de 2022

Purple Rain


La solicitud de amistad la hizo ella, buscando quien la ayudara con sus memorias eróticas, y el ya viejo truco de la foto de perfil para prendarse dio resultado y fue fiel a lo demás. Exudaba sensualidad resulta una mala frase en su caso. Vivo para complacer, dijo, y mentía. Para
complacerse, sí, y de ese modo al mundo a través suyo.
Desde luego no la pretendería y la edad era, si acaso, la última razón. De intentar tocarla de cualquier manera la magia se rompería y de vuelta agradecí ser abuelo. Mirar, admirar, pensé años atrás al encontrar a la más misteriosa mujer. Con la nueva, la historia tendría que repetirse sin el menor desvío, venciendo las tentaciones, ni siquiera un pasito rumbo a ella, a pesar de sus ofrecimientos:
-Eres un ángel que cayó del cielo o un ser cósmico que me generé bastante bien y quiero llorar de alegría. Viájame y úsame, que para eso estoy. Te confieso, no eres el primero que lo hace.
¿Me aprovecharía de ella, yo, el Abuelo?
Ay, Ohsis. Hablando de Monelle, la pertinencia de los géneros y el exilio, y salgo con eso. Bueno, es que a su modo la Purple imitaba a San Juan de la Cruz, estirando los brazos sin saberlo hacia una figura inalcanzable. En el nombre del padre, inicia el bíblico rezo.
Las dudas no salían de mí sino de nuestras conversaciones. Ella sabía, supo siempre quizás, que pasó de cero a cien por un amor superior al que estaba a su mano.
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-¡Tu foto de regalo, tu foto, por favor, deja que la ponga! -le pedí en silencio para no tocar el tema jamás de vuelta, fuera en la forma que fuera. Cómo compartir la gloria de ese instante al derramarse entera sobre el mundo.
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-Eres un ángel que cayó del cielo o un ser cósmico que me generé bastante bien y quiero llorar de alegría -dijo. -Viájame y úsame, que para eso estoy. Te confieso, no eres el primero que lo hace.
¿Me aprovecharía de ella, yo, el Abuelo?
Después de eso empecé a llamarla Little Susie. 



Para sus amigos puso un vínculo a este cuaderno y hubo el casi obligado diálogo en el viento.
-Esa es la pobre versión vista desde el abuelo. Y la buena, la que contará T.
-Esa T es una loca que te pidió limosna para el alma en el nosocomio donde diste una plática jaja.
-¿Tú qué sabes de la vida, si no conoces a T? -escribí con un clásico jjj final, y no reía: la frase era precisa y me la dirigí: ¿Tú qué sabes de la vida, si no conoces a T?
Apenas unas horas antes fue que escuché su voz por primera vez. Las letras en la pantalla tenían un tono grave, por una probable deducción del metro setenta y nueve de estatura que impresionó al hombre pequeño que soy. Leí mal, claro, si desde el inicio anunció una alegría torpe, en palabras de ella. Campanilleaba esa voz, por sistema entre risas, sin mesura alguna, en una instintiva celebración de hasta lo más insignificante, golpeando contra la gente, los muebles, las paredes, ni más ni menos que los alocados brazos, piernas, caderas. De pájaro celebrón, era.
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La película transparente entre sus dedos, ofreciendo porque estaba agradecida y sentía mi agradecimiento: por la existencia y ya, los dos, cada uno en su mundo, absolutamente irreconciliables entre sí, y entonces ideal complemento.

Ambos continuábamos nuestros días de empeños, de entrañable bisutería del trabajo y el hambre, y amores. Yo en eterna remembranza de la Niña, y ella... ¿cómo saberlo? Me lo contaría en el momento mismo, de pedírselo, y no queríamos. De su historia erótica se trataba todo.
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Gritó la alarma de la página. Era ella exigiendo que pusiera una canción.
Ya estábamos de nuevo en el universo Purple rain, que así quise llamarla también. Yo existía sólo cómo cuanto deseaba: sentidos pendientes de ella, y una duda: ¿me castigarán Dylan y doña Eleni por la música de aquélla viñeta? ¿A quién le importaba, si volvía dentro de ella, a su vientre, sus venas, por las terminales nerviosas, los circuitos del cerebro y más allá?
-Anda, sigue enloqueciéndome de placer -pensé entre la borrachera en la cual vivía desde tres días atrás.
-¿La verás alguna vez? -preguntó el único amigo a quien contaba la relación.
-¿Verla?, si la poseo todavía mejor que con la boca entre su sexo.
¿Calladamente el Abuelo confiaba en una trama que lo llevara al paraíso de la Purple?
Entonces de la ventanita del chat se puso a fluir un río de letras y tuve miedo.
-Debemos empezar un algo, no sé qué, para no robar tus historias - le dije, y mientras, para mí. -No en balde te autonombraste el Idiota: a su lado la noche más tímida sería un cielo un millón veces multiplicado, en comparación a tu borrachera virtual.
Su potencia me rebasaba de una manera brutal. Era una estampida de animales y yo una brizna de hierba que contemplaba con azoro el espectáculo rogando sobrevivir a él.
Di click a las listas de reproducción y fui por lo primero a la mano, para volver a mí.
Cuando más miedo tenía nos encontramos a través de lo más natural: el humor.
Al marcharse a dormir, sin palabras le prometo: haré cuanto sea, excepto vulgarizarte, hermoso ser.
-0-
Tu vida, la mía, por la cuál no te interrogarás ni un segundo y es lo correcto: cumples el papel de personaje, como a su modo la Niña cuando hace no mucho y para una larga estancia, en su caso también de cuerpo presente, llegó por aquí mismo con veinticinco, tropicales años. ¿Me preparó para entenderte o fue Mía, justo de tu edad, poco antes, y sus caderas-marea, parecidas a las tuyas? El de abuelo es un oficio, ¿sabes?, así se enrede en el más rabioso entrecurzarse de pieles. Contigo lo practicaré a lo San Juan de la Cruz y a lo T, porque los dos se licuan en espíritu... me parece. Misterio de arriba abajo, querido Volcán.
En fin, como la Niña, como Mía, como yo, quedas atrapada en la letra. En cada interpretación tendrás una vida sin registro en tus días y quienes la escuchen no precisarán si en verdad pisaste las calles. Tampoco nos importa, ¿no?
Hasta mañana, pues, se despide quien decidió ser tu esclavo invirtiendo la película que así quizás ajuste a tu maravilla.
-0-
Pasa un día que es larguísimo y no por la falta virtual de ella, el volcán-estampida con la cabeza y algo más metida entre sus recuerdos y un teclado donde registrarlos hasta lo infinitesimal; no por falta de ella, pues, sino por sobra en la pluma ventosa, digamos, casi sin pausa durante veinticuatro horas.
Cada uno presumiendo al otro en vaya uno a decir qué boba calma, cuando a las ocho con cuarenta y dos pm se encuentran, a gritos resulta la cosa. Por fin entonces el teléfono y el peso de ambos mejor percibido.
Como todo pleito, el primero le sube el volumen a la flama.
Gracias, conductora del tren bala que a cada uno a su modo nos lleva casa la chingada jjjjjjjjjjj –escribo en el muro. -Mis respetos, hermosísimo ser. Y tú, galleta de la suerte, ahí te debo una borrachera con champagne, que tu mensaje llegó justo a tiempo para de amanuense volverme arcángel. 
Con un gesto de alivio contesté su reclamo por veinticuatro horas fuera del mundo con su obsesión. Poco antes resolví continuar el trato exclusivamente para ayudarla, agotado de intensidades erótico amorosas que de paso no tenían detrás a una mujer en verdad más o menos perceptible. El conocimiento de las almas era un privilegio que por fuerza se esfumaba sin el sustento de lo mundano. Ya no me sonó absurda la vieja frase de la cuál se burlaba mi juventud: ¿Estudias o trabajas?, para una segunda implícita en ella: ¿dónde y con quién?
Para variar vivía en la luna de Valencia, como dirían mis padres y su gente. A borracho de amor, una botella entera y de golpe. Cuando colgó, del auricular se vino al suelo el sueño de un descanso. De aquí hasta que me muera, estuve a un tris de pensar.
Y aquí estoy, a las diez cero uno pm., registrando, y a las once con quince y las doces treinta y tres, en que agrego y agrego... Y no la tendré ni una sola vez... si bien, digo para la noche a través de la ventana, para la canción del Don y el runrún de refrigerador, algo insinuó la Purple, o mejor, Rain; algo con aire de promesa, hecha desde el primer día sin que me diera cuenta.
No aprovecharse es la máxima, mía y tuya, Volcán.
-0-
Fabular se llama el juego de los viejos, los magos y las Niñas -en plural, por más que la mía sea modelo exclusivo-. El amor que te tengo, ahora lo ves, ahora no. La última función debe pender de algo más que de las mil fantásticas cosas de todos los días.
Hasta mañana, Purple Rain Volcán.
Sí que elegí bien la canción final: 

Well it's all right, riding around in the breeze
Well it's all right, if you live the life you please
Well it's all right, even if the sun don't shine
Well it's all right, we're going to the end of the line
-0-
Al día siguiente el libro de la joven iba a todo tren.
-0-
Si por una ley que Newton no quiso revelar en respeto a las hogueras, la pasión en el Viento anda a la velocidad de la luz, con la Purple fue a lo agujero negro: asomando, se consumió. Basada en nada y en todo, en esta oportunidad creció casi sólo dentro de mí, bien alimentada por ella no importa si en el Juicio Final lo niega. “Casi”, aclaro, pues por fracciones de cíber-segundo, mística como era, se rindió al arcángel en el cual su galleta de la fortuna y algo más me convirtieron.
Lo que viniera después -hasta, quizá, matrimonio con formal oficiante y campanas repicando- era una historia distinta.
-0-
El penúltimo día, de tener razón la Biblia, me asomé al balcón y pregunté al vecindario:
-¿Alguien vio por aquí a mi tormenta…? No, todas las emociones están en pie. Voy a buscar en la pulcata Mi Interior.
Bromeaba y no, despertando de la siesta sin tiempo para llegar a una cita de hora muy precisa, si tomaba un baño antes, claro, pues seguía vestido tal y como la encontré cinco días antes.
Despidiéndose al mediodía dijo que volvería en navidad, seis meses más tarde, entonces, y ya en el propio balcón encontré una manta con su letra:
Uuuuummmmmm qué rico se está poniendo el bisnes ¿erótico o porno es? cómo diría la T jajaja.
Se refería a nuestro cuaderno de aire, y toqué a su puerta.
-Voy a salir siquiera a la Gran Avenida –y viniéndoseme al recuerdo una fantasía con la Niña, agregué-. ¿No te pones tu minivestidito negro, me alcanzas y sentados en una banca bajo los robles…?
-Jajaja, ni me digas. Los grandes recuerdos que me traen esas bancas.
De tener una pistola virtual ahí mismo habría quedado la en ese momento Rain pura.
Cuando un par de minutos después solicitó nuevo permiso de modo de regresar a la cueva donde cultivaba la memoria, mis ojos mentales contemplando su marcha eran miel.
De vuelta requerí al Don, con la misma canción con la cual recién había hamacado el dolor por la Niña.
Qué tino tuve, nuevamente.
Propuso un cómo para sus memorias. No cabía duda, era una escritora natural.
Al “esclavo bueno” que inicié y no venía de la imaginación, quiso darle un traje y pasó la canción de aquí abajo. Apenas le di iniciar apliqué el silenciador ante la flamigera mirada del Zimm -¿no es cierto, Don?; el jeje viento, real bisutería, sale sobrando ahora.
En su carrera hacía a un lado los estorbos de mis palabras.
-Obsesión, amor, locura, de todo va a haber. Me paso todo el día recuerde y recuerde y escribe y escribe.
Mis focos de alerta prendieron de inmediato cuando habló de animarme con su sexualidad. Mi reino porque así sea, decía uno, y el otro: ¡cuidado! Se los mostré para que calculara el riesgo.
Fiel al ¿Tú qué sabes de la vida, sino no eres T?, escribió:
-Tranquis, que no te estoy ofreciendo nada, que pa eso tu ama y tú el esclavo. 
Ahora tocaba responder:
-¿Tú qué sabes de la vida, sino eres el Abuelo? En la mañana te dije que jamás nos veríamos, no importa cuánto insistieras. Me refería a las calles, a mi casa y donde fuera, sin faltar los chats y los teléfonos calientes y las videollamadas.
La pelea fue en serio esta vez, cuando menos de mi parte. Ella, personaje a fin de cuentas, no volteaba a mirarme.
-Te contaré algo, toma nota y no hables, que me distraigo, amigo -dijo y cerré la ventanita regresando a las ocurrentísimas charlas con mis entrañables amigos, a quien ella sacaba entre tres y siete años y eran barrio en bruto y no la periferia con falsas aspiraciones que escuchaba detrás de la T pantalla.
Paró, pregunté si había terminado, dijo que sí y que pasáramos a algo más de verdad. Una docena de líneas luego volvía ya a la historia de Dr. Pasión.
-Faltan cinco minutos para que, como hacía al ver su foto en la solicitud de amistad, liquide la cuenta -pensé consciente de que no sería así pues ella con justicia se llamaría a engaño.
Una hora después vino la ascensión al cielo:
-Tu cabeza cabrá por mi vagina? Jajaja.
¿Era una para abuelo-esclavo variante de sus habituales faenas con los cíbernovios, que detestaba y le rendían a cambio los nada pobres réditos de la urgencia por ella y el poder sobre los hombres? Vaya si conocía yo el tema, de la Princesita de mis quince años a la Niña, pasando por la Mujer del Piano, P y Mía, en un rápido, mental repaso.
-Guárdate la muleta, Purple, sin Rain hoy. El toro Esclavo, con el número sesenta y siete en los costillares -y así Dios y el Diablo según tus libros- es fantasma. Nada te debo, nada me debes. En este negocio las sumas y restas se hacen día por día y en cualquiera descuido nos mandan a la quiebra. O como dijo mi abuela: El que quiera peces, que moje el culo.
Alarde de macho en celo y a solas fue ése, sabes bien, Volcán, Tren Bala, Estampida, que ya no atino cómo llamarte, además de por tus dos nombres y sus personalidades alternas. Es sólo que si el híper lo inventaron para viajar a la velocidad de la luz, y si tus veintisiete años no dan para que te pariera la marea, ¿quién del Olimpo o una cosa por el estilo fue el que dijo "Para mandar sobre el tiempo que vuela, esa"? Cada uno de tus días cuenta siquiera un semestre mío, y cuando yo apenas despierto, ya te vestiste el pijama de la próxima noche.
Caras bonitas vemos, grandes mujeres no conocemos, pongo en el muro antes de ir a la cama al fin.
Anda, T, ríete, por fa. Cuando vengas por la mañana encontrarás al cuasi setentón que seguirá ayudándote con el libro por entero tuyo. No te sientas utilitaria: también saqué para el mío.
Doy de baja el blog que creé para sus memorias eróticas, que al principio le produjo una histérica desconfianza y después amó. Por lo tanto tengo la libertad de incluir aquí las pequeñeces que se me ocurrieron para vestirlo, con minimísimas alteraciones y el propósito de guardar la identidad, como hasta ahora. 
Imaginemos una página en tonos púrpura, como ella quería. Empezaba así:
Como toda ama, la dueña de la página presume estar muy ocupada y ordena a su esclavo la decoración. Entre la señora y el blogger que se puso loco hoy, puro fracaso el mío con el tema. 
De momento imagínense un fondo muy Almodóvar.
Esta es la historia de amores de la TT -la N intermedia me la comí evitando obviedades-. La cuenta ella con ayuda de su esclavo virtual, que se ganó luego de una noche de conquista.
El relato va aquí mientras trabajamos. Después estará donde merece. La canción la escogí yo y no es de las acostumbradas por ninguno de los dos. Tiene sentido para mí pues conforme leía a la joven de veintisiete años, la nombraba de muchas maneras.
Por supuesto no incluyo ni una línea de los textos de la joven, que sin duda y pronto, con una modesta colaboración mía o no, serán un éxito editorial.
Me permito exclusivamente reinventar uno de los cíber acosos a los cuales convocaba en fotos con una sugerente tanga por único uniforme, pues así debe considerarse: ropa de trabajo para el oficio de transformarse en la que el hombre de su vida deseaba y cuya incumplida imagen provocó el intolerable dolor del cual TT huía.
-Te la mamo mamasita?
-Primero deja ver qué portas.
-Nomás no te caigas patras como ves?
-Perdón, le pusiste a la cámara "disminuir"?
-Porque dices bebe?
-De veras es todo lo que traes en la mano (de póker, quiero decir?) Pago y mato -concluyó ella el asunto con una foto de BWC, derivación de las famosas cíber siglas: Big Black Cuck, que en este caso resulto una White sacada de una web porno.

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En velocidad, la intensísima semana que va aquí es el viaje galáctico de sesenta y siete años acostumbrados a cielos, extratósferas y un largo, delicado, sin par paseo por la Vía Láctea, pues no en balde viviré en el vientre de la Inesperada hasta la tumba.
Y es también el de quizás mi mejor papel como abuelo, quitando a los nietos, desde luego.
El pago viene en forma de esta viñeta y de la revelación en el último instante de qué tan sí misma puede asumirse una mujer, T, destinada al fracaso interior.
Cuando parece que todo terminó, todo empieza. Desmiénteme si te atreves, Purple.
(Sin falta en el híper, los abuelos, los magos y las Niñas: el amor que te tengo ahora lo ves, ahora no, quién sabe si alguna vez existió... y ni a quien interese, digo yo. En buen cristiano a eso se le llama "Estimulación de los órganos genitales con el objetivo de...")
Miente siempre, dice una máxima de los grandes escritores. Eso se vuelve paradoja estando en el viento, que es mentira por naturaleza. El autor sacó un encomiable partido esta vez, pues ni quién ocultara la real historia desde su primer momento: cada uno por su parte, T y el Abuelo, necesitaba con urgencia un texto. El cíber casi exigía el engaño de los dos.
Hace ya medio siglo Marshall McLuhan escribió: el medio es el mensaje. Hasta que no aprendamos el auténtico sentido del virtual, circularemos por él dando palos de ciego y lastimando a los demás.

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¿Cómo saber que meses más tarde te convertirías en luz, T?
 

sábado, 17 de septiembre de 2022

¿Qué va dónde?

-¿Qué va dónde?

-Quién sabe -me responden nietos, abuelo, el resto de la Corte de medianoche. -¿A cuál cuaderno te refieres?

-No empiecen con detalles -dígoles, yo, claro, pues conmigo inició el diálogo, ¿no?, buenos entendedores a quienes debían bastarles las pocas palabras. -A todos.

-¿Los qué?

-¿Cómo?

-Te tomas tantas libertades entre una frase y otra, que se pierde el sujeto. 

-Menuda ayuda dan -digo liberándolos de cualquier responsabilidad.

Quedan dos blogs sin resolver: Última función y Crónica interminable. Eso, económicamente, pues hasta hoy Red de agujeros, Demasiado humano y La casa del horror son coitos interruptus.

Bueno, queda dicho, ¿verdad, Juan? Lo nuestro es un paseo por La Calzada de los misterios, resultante hasta ahora en Desde la azotea, La ilusión viaja en tranvia, Para morir iguales, La pasión según FB y, a su modo, Historias (https://www.blogger.com/blog/posts/6241895408170593768).

 

 

     

lunes, 12 de septiembre de 2022

Diario de un posible, digno, amoroso suicida

Todo parece un juego esta noche cuando "Detienen (...) al general investigado por el caso de los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos" y muertos -cinco, no se olvide. 

Falta quien era su superior y luego jefe del Estado Mayor presidencial, a quien el general Cienfuegos propuso a AMLO para sucederlo. 

Parece ser parte de un acuerdo mayor con el ejército, que incluye la reforma para que la Guardia Nacional dependa de las fuerzas armadas. Así Obrador cerraría con ellas el trato gracias al cual se convierten en la institución más poderosa del Estado.

Lorenzo Meyer había advertido: en México el aparato estatal es un desastre, quitando a los militares. Por ello, pensaba, nuestro presidente les encargó distribuir las vacunas contra el Covid-19 y la construcción del nuevo aeropuerto y las obras  estratégicas del Tren Maya.

Hay tendencias de la 4T que se diría reivindican la experiencia de Hugo Chávez como militar que encabezó la recuperación de Venezuela y dio forma al ALBA. El ejército al servicio del pueblo, sería su consigna.

Eso deduzco, nada más, con muy pocos elementos de juicio tomados al vuelo aquí y allá. Así hago normalmente,  sin un cuerpo de conocimientos más o menos sólido. Soy el flojo que desde joven se entregó al momento imitando sin saber a Monelle, la "pequeña prostituta" que recreó Schwob.

Como personaje merezco la pena, al modo de millones. En tanto autor o intérprete doy muchísimo que desear o a lo llano no sirvo. 

¿Setenta y cinco años para hacer conciencia al respecto? No. Siempre lo supe; o al menos desde cuando debía y Gustavo Díaz Ordaz fue electo candidato a la presidencia y por nuestras nacionales normas lo era ya en cierta medida.

Véanlo aquí cinco años después, tras demostrarle al movimiento estudiantil quién mandaba, "entre los oficiales del ejército durante el festival en honor a las fuerzas armadas", que así demostró su absoluta institucionalidad.

Yo quería hacer entonces una Comedia humana sin letras, ¿recuerdan?, y Ana soltaba su célebre frase:

-Caminamos porque tropiezas.

-No, Cosa -le respondí entonces y confirmo ahora. -Ando porque ando y doy tumbos obligadamente.

Hasta morirse por voluntad requiere humor. Démoselo, en cuanto este viejo pueda y no hoy, noche del mexicano Grito (perdonen, conciudadanos, que me produzca profunda hueva su celebración, jeje, equivocándome de medio a medio.) Ya que G... Ay, disculpen otra vez, no la he introducido, y además antes necesito traer muchas notas previas. Bueno, puedo hacerlo luego y mientras contextualizo el día, extraordinario en varios aspectos. Respecto a México lo ilustran dos programas periodísticos. Uno termina delirando y ese es su quid.  

              Véase de 1:57:58 en adelante
 El otro

¿Por qué me busca esa joven de diecisiete años, G, a quien no conozco y vive en otra ciudad y escribe en dos idiomas con entera corrección? Su cuenta es falsa, confiesa, y entiendo sus motivos. No sabe que hace tiempo considero la posibilidad de darme un digno, amoroso suicidio.

Por ello es droga que consumo ansiosamente y vuelve los días un apasionado viaje. Busca en este setentón a un confidente.

Continúa, entonces, la obra de Tú, quien a sus veintiún años me permitió atestiguar piel contra piel el salto que le permitiría volverse plena mujer si no moría dándolo. Venció esa otra "pequeña", hasta alcanzar lo que no había ni en su más osados planes. ¿Cómo no creerle a mí súbita, nueva cómplice?

"Duermo 13 horas de 24 y en todas sueño. Lo que mas hago es soñar", dijo. "...el siguiente fue uno en el que veía las estrellas. Y dormía ahí, en la azotea."

"¿En verdad lo hacías o soñabas?", pregunté.

"Lo soñaba. Pero lo sentía real."

Muy parecida a mí, entonces, traje a cuento mi obsesión de días anteriores, citando al celebérrimo dramaturgo al cual Víctor Hugo declaró creador de la modernidad literaria:

"...el inocente sueño,
el sueño que teje sin cesar la maraña de las preocupaciones,
la muerte del ir viviendo cotidiano, baño de la fatiga,
bálsamo de las heridas de la mente, plato fuerte en la mesa de la Naturaleza,
principal alimento del festín de la vida."
Duermo y duermo, como ni incidental amiga, y en tanto buen viejo, cuando despierto me precipito. Ayer a lo cura Hidalgo pude sacar a un pueblo para tomar el país.
Ahora morir es un riesgo calculado.

Estuve siempre orgulloso del yo que desprecia los conocimientos adquiridos con rigor. ¿Me arrepiento hoy, cuando mal consigo entender a quienes, a la manera del aquél gran inglés, ayudarían en este trance? 

Leo "El oficio de vivir", de Cesare Pavese, obra que califican de "transcendental en la cultura contemporánea", y no lo comprendo, sin importar cuánto estimo la poesía del italiano muerto a los cuarenta y dos años por propia mano. Escribió algo que cito con frecuencia:

"Vendrá la muerte y tendrá tus ojos/  —esta muerte que nos acompaña/ de la mañana a la noche, insomne,/ sorda, como un viejo remordimiento
o un vicio absurdo./ Tus ojos serán una palabra hueca, /un grito ahogado, un silencio. /Así los ves cada mañana/ cuando a solas te inclinas hacia el espejo./ Oh querida esperanza,/ ese día también sabremos
que eres la vida y la nada./ Para todos tiene la muerte una mirada.// Vendrá la muerte y tendrá tus ojos. Será como dejar un vicio,/ como mirar en el espejo/ asomarse un rostro muerto, /como escuchar un labio cerrado.// Nos hundiremos en el remolino, mudos."

-Ayúdame -pido a la joven.

-Soy una muchachita. Tú deberías guiarme, jaja.

¿Le confesaré mi apuesta? Saldría corriendo, jeje. Bueno, quizás me equivoco. Pero no lo haré, por si acaso. La necesito, vida que palpita como nunca antes y después.

-0-

"Fumar es un placer, genial, sensual", cantaba una artista española del franquismo que en la chaise longue daba diez chupadas al cigarro cada veinticuatro horas para esperar "al hombre que yo quiero". Era cualquier cosa excepto ingenua, pero del tema sabía pura chingada, jeje. 

Mis ceniceros, en cambio, murmuran secretos. Por ejemplo, que G comparte lugar con la última Eterna, rubísima, bajita, de alabastro, a quien preguntaría tontamente y no ¿De dónde saliste?, pues, fresca, la memoria reconstruye los escenarios en los cuales fui a encontrarla, y, cierto, no corresponde a mis arquetipos femeninos.

Pruebo con ella sensaciones inéditas, cuyo origen tardaría en precisar para ustedes, pues tengo que rastrearlo un océano lejos, por cuartos de posadas y hoteles familiares cincuenta y tantos años atrás.

No jugaría al amor contigo, muchacha, y con Eterna Septiembre 2022 empecé apenas vernos. Ya dijo Quevedo: seré cadáver pudriéndose y la pasión seguirá allí.               

  

 

Notas de borrador

Mi nivel de extravío merece ir a los Guinness Records. Sigo exhibiendo esto y cosas parecidas jjj. ¿Podré parar?, más jjj.

Con algo debo ayudarme para acompañar el proceso. Lo que no va es mostrarlo.

 

Hace dos dos años coqueteo con un digno, amoroso suicidio. 

Leyendo "El oficio de vivir", de Cesare Pavese, recuerdo cuán lejos estoy de los pensadores y aclaro: no soy un intelectual aunque trabaje con la mente y no con mis manos; no tengo un cuerpo ideológico y para sobrevivir me bastan conocimientos superficiales. 

No entiendo ésa obra que califican de "transcendental en la cultura contemporánea", sin importar cuánto estimo la poesía del italiano muerto a los cuarenta y dos años por propia mano.

Escribió algo que cito con relativa frecuencia:

"Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
—esta muerte que nos acompaña
de la mañana a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o.un vicio absurdo. Tus ojos
serán una palabra hueca,
un grito ahogado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando a solas te inclinas
 hacia el espejo. Oh querida esperanza,
ese día también sabremos
que eres la vida y la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.


Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como mirar en el espejo
asomarse un rostro muerto,
como escuchar un labio cerrado.
 

Nos hundiremos en el remolino, mudos.

 Juntaré las notas que me condujeron aquí.

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Anoche y por accidente conocí a una joven de diesiciete años que piensa que todo lo puede. Creo que tiene razón. Escribía algo mientras me mensajeaba con compulsión, llevándome al interior de dos amores, uno tras otro con un espacio intermedio. Eran intensos, sabios, felices. Palpitaban, así, como toda ella, permitiendo que yo recordara el tiempo más rico y atrevido de cuantos haya vivido. Imposible agradecer tal privilegio. A mi cabeza vino Tu, quien a sus veintiún años permitía a este viejo atestiguar piel contra piel el salto que le permitiría volverse plena mujer si no moría dándolo. Venció esa otra "pequeña", hasta alcanzar lo que no había ni en su más osado sueño. Cómo no creerle a mí inesperada nueva, quizá fugaz amiga.

"Duermo 13 horas de 24 y en todas sueño. Lo que mas hago es soñar", dijo. "...el siguiente sueño fue uno en el que veía las estrellas. Y dormía ahí, en la azotea."

"¿En verdad lo hacías o soñabas?", pregunté.

"Lo soñaba. Pero lo sentía real."

Muy parecida a mí, entonces. Traje a cuento mi obsesión de días anteriores para concluir:

"Morir, dormir, no hay más." "La vida es sueño." "...el inocente sueño,
el sueño que teje sin cesar la maraña de las preocupaciones,
la muerte del ir viviendo cotidiano, baño de la fatiga,
bálsamo de las heridas de la mente, plato fuerte en la mesa de la Naturaleza,
principal alimento del festín de la vida."
Duermo y duermo, como ni nueva, accidental, dieciseteañera, genial amiga. Como buen viejo me vuelvo adolescente y solo el momento tiene sentido. Ayer a lo cura Hidalgo pude sacar a un pueblo para tomar el país.
Ahora morir en el instante es un riesgo calculado.

El supuesto asalto al país vino de mi mayor éxito en mucho tiempo. Daba una charla durante un evento al aire libre, con cinco escuchas. Enseguida tuve cien y aquello pudo seguir evolucionando si los organizadores no hubieran detenido el acto. 

Como buen viejo, en efecto, otra vez adolescente, al modo de la joven (G). Pero no dispongo de su futuro y esta mañana vuelvo a considerar el digno, amoroso acto.

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Es increíble, G llega como Eterna. De otra forma pero...  

Rumbo a casa, cuando avientan la noche a quien pueda trabajarla, nos mensajeamos. Entonces el viejo se convierte en un aventurero que recuerda esas calles ahora bullangueras y cuantas hay por los cuatro puntos cardinales.

-Insúflame vida -le pido sin decirle. -No necesitas más que contar tus cosas. Así estaré entre lo que palpita con fuerza incontenible, parece. ¿Parece? Todo te creo porque no hay desliz en tus palabras.

¿Eres mi Lolita? No, desde luego. 

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Amanezco pensado que debo fumar menos, etc. Ayer, por antojo, desayuné una bolsa grande de papas fritas. Al llegar la tarde... jeje.

Como siempre, evito hablarle a la Tic de mis devaneos. Algo percibió anoche y le conté económicamente de G. ¿Me puede conmocionar cualquier mujer que se acerque, así sea sin mayor intención? Para la muerte son irresistibles los cuerpos y mentes jóvenes. Debo advertirle eso a mi compañera ocasional, aunque procuro limitarme a escuchar y ella pone por delante su amor hacia un joven de la misma edad. 

¿Por qué se acercó y desde una cuenta alterada? Buscaba a quien supuso escritor y le producía confianza, pues conozco a uno o varios parientes suyos, creo, que viven en otras ciudades. También le tienta, claro, la aventura virtual. En fin, no corremos peligro.

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Las vías digestivas andan mal hace tiempo y eso es mucho decir para quien le funcionaron antes perfectamente. De ellas mi buen ánimo. No sé qué pasa. Tal vez está relacionado con mi proclividad a crear piedras. Si produje cincuenta y cinco vesiculares, ¿adónde va el sarro que quedaba encapsulado?

Por supuesto no preguntaré a los médicos. Huyo de esos enredos, advertí. Pase buscarle solución a la próstata, cuyo problema diagnosticaron sin dificultad, o hacerme tonto con el tema y disponer de un relativo tiempo para sobrellevarlo. Lo demás, no. 

Claro, de alguna forma sigo creyendo que andaré prudentemente bien o hasta mejoraré. Como estos días gracias a G, golondrina que no hace ni veranillo, o a tal y cual cosa relacionada con el trabajo, las crías, etc. 

La soledad no existe o es tan práctica que ni merece mencionarla, escribí de madrugada y lo borré. Seguía luego: las y los demás están presentes todo el tiempo, para fustigarnos o reconocernos. No se equivocaba entonces el bizco francés: "el infierno son los otros" -¿y el cielo también, entonces?

Había encontrado la declaración de una mujer a quien conozco. Era asombroso cuán bien reflejaba lo que sin secretos pienso de su comportamiento. Puesto en palabras producía escalofríos. 

Ahora bañarse e ir a comer, confiando no tambalearme en el camino jjj. 

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Tan tarde como estos setenta y cinco años debo reconocer: el aprendizaje con rigor es obligado, pues tomó milenios darle forma al entendimiento y sus formas de expresión. Si quise vivir a secas y así saqué partido al instante, a cambio estoy sin armas para sumarme al curso que permite contribuir a los demás.

Dylan debió servirme de ejemplo. No por nada la urgencia que siento por sus canciones y el repudio a él. 

-Pero -reacciono- no soy eso formal. Me daré vuelo en lo que más o menos domino.

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Cioran: "¿Soy demasiado consciente de la realidad, y los demás viven en un sueño de idiotas del que no quieren despertar (cosa que no les reprocho), o soy yo el estúpido que cree ver demasiado, sin ver nada?" 

Lo escribe entre estos párrafos: "insoportable, a solas conmigo mismo, a solas con mis pensamientos. No sé como distraerlos, como atontarlos para que no me atormenten. Surge entonces la rabia ante la impotencia, y la agresividad es un pequeño paso que doy en ese estado. Sentirse solo y estar solo no es lo mismo, pero en mi caso, sí, me siento solo aún cuando no estoy solo, pero lo siento mucho más cuando esa soledad es también física (...) Sea cual sea la respuesta, puedo decir que nunca he pedido estar aquí y aún estando aquí, sólo pienso en cómo salir, sin hacer ruido, sin que se note mi ausencia, como si nunca hubiera estado. Y de esa manera, sentir la ilusión de no haber existido nunca."

Conozco muy poco a ese hombre que se niega a reconocerse escritor o filósofo y su visión del mundo es demoledora: "Somos todos unos farsantes. Sobrevivimos a nuestros problemas".        Alguien tenía que decirlo, ¿pero sobrellevarlo? ¿Dónde queda el mantra repetido por mi conocida? Iba así: "Me vale madres, me vale madres, vete a la verga, vete a la verga, soy chingón, soy chingón". 

El francés cita a mil pares suyos, antiguos y contemporáneos. Para llegar a esa visión descarnada pasó por ellos. ¿Sólo de esa manera pudo? Abundan, todo indica, quienes sin instrucción cargan una conciencia semejante. Por ejemplo, calculo, si son torturadores o asesinos seriales o a sueldo o violentan a mujeres y niños.