La hermosa mujer que hoy paseé en sueños no era una de esas a quienes tengo derecho y merecen quererlas sin reservas. Aguantaba dos, tres, no sé cuantos pianos, como decían antes en nuestro país, pero estaba bien para Johnny Deep. A mí me rebasaba y quedaba a deber al mismo tiempo.
-¿Cómo decirle Olvidemos la farsa, sin hacer el palurdo? -pensé. -Porque puede salir con:
-¿De qué hablas?, ¿necesitas besos... o sexo? ¿Parezco una tramposa? Te creí con clase, al menos... Perdón, borra eso último, suena vulgar entre personas bien nacidas, y mira alrededor. Estamos en Babilonia y fantásticos jardines nos dan sombra. Llámame Cleopatra, si quieres, bajándole tres rayitas a mi origen olímpico, Apolo con quien yaceré apenas el jet privado aterrice dónde disponga ¿Bezos?, ¿está bien para ti o tiro más alto?
Papelón que haría mientras a ella no se le movía un cabello en su espléndida mata.
-Ahora vengo -anuncié con soltura, despertando.
Fácil expediente, ¿verdad? Espero no siga allí cuando los parpados se me vuelvan cortina metálica, si esto no es un 24 horas, claro, pues debo ir a la vacuna el miércoles y ahí dice lunes, 10:59 pm.
Pondré musiquita para identificar.
F:jJf-