Octubre 7, Biden lleva 14% de ventaja y hay oposición republicana. "Trump rompió la base tradicional del PR"
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Votación por correo y...
Kamala Harris, primera mujer afroamericana aspirante a la vicepresidencia de EE.UU.
La senadora y ex fiscal general de California Kamala Harris ha aceptado este miércoles, durante la convención del partido, ser la vicepresidenta del candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, convirtiendose así en la primera mujer afroamericana en aspirar a ese cargo.
Harris ha sido la persona escogida por Biden el pasado 12 de agosto para que lo acompañe como su aspirante a la Vicepresidencia en las elecciones del próximo 3 de noviembre.
“Tengo el gran honor de anunciar que he seleccionado a Kamala Harris -una intrépida luchadora por el ciudadano de a pie, y una de las mejoras funcionarias públicas- como mi compañera de candidatura”, dijo Biden en el mensaje en el que anunció a su compañera de fórmula electoral.
La senadora, de 55 años, hija de padre jamaicano y madre india, fue fiscal general de California antes de ganar su escaño en la Cámara Alta del Congreso estadounidense en 2016, y tiene fama de dura y firme tanto desde la bancada de la Fiscalía hasta en sus intervenciones inquisitivas en las audiencias del Senado.
Precisamente por su origen, como mujer negra y de procedencia asiática, la carrera de Harris está llena de primeras veces: fue la primera fiscal de distrito afroamericana y la primera fiscal general en la historia de California; la primera indio-americana en llegar al Senado y, ahora, podría marcar varios hitos de convertirse en vicepresidenta.
Vicepresidencia de mujeres
Harris hace historia al ser elegida por Biden como la primera mujer negra que aspira a la Vicepresidencia de Estados Unidos, una candidatura que quedará finalmente rubricada en la Convención Nacional Demócrata de mediados de este mes y para la que competía con mujeres de muy alto perfil, como la exembajadora ante las Naciones Unidas Susan Rice o las congresistas Val Demings y Karen Bass.
“Joe Biden puede unir al pueblo estadounidense porque se ha pasado su vida luchando por nosotros. Como presidente, va a contribuir a un Estados Unidos que esté a la altura de nuestros ideales. Es un honor unirme a él como nominada del partido a vicepresidenta y haré lo que sea necesario para que sea nuestro Comandante en Jefe”, señaló Harris en Twitter nada más conocerse la decisión de su nominación.
Biden ya dijo cuando afianzó sus aspiraciones como candidato demócrata a presidente que su elección para la vicepresidencia sería una mujer, mientras que con el correr de los meses comenzó a quedar claro que las favoritas eras todas afroamericanas.
La senadora californiana es, además, la tercera mujer que se presenta a ese cargo. Las dos primeras, la demócrata Geraldine Ferraro en 1984 y la republicana Sarah Palin en 2008, no lo lograron.
Trayectoria en la lucha contra el crimen
Harris ha tenido una trayectoria fulgurante hacia lo más alto del poder en Washington: graduada en ciencias políticas y economía en Howard University, una de las universidades afroamericanas por excelencia, se especializó en la lucha contra el crimen y fue elegida en 2003 como fiscal general de California en segunda vuelta, cargo para el que fue reelegida en 2007 con el 98 % de los votos.
En diciembre pasado anunció que se retiraba de la contienda por la candidatura presidencial en la que competía contra Biden, quien este martes no dio una gran sorpresa, pues todas las quinielas situaban a Harris como la favorita y la elección menos arriesgada.
No obstante, el ala más progresista del partido Demócrata no ha cesado en sus ataques contra Harris, especialmente con el aumento del debate y las protestas contra la brutalidad policial, al considerar que cuando ella fue fiscal fue especialmente dura en su persecución de crímenes menores, que afectaban especialmente a las comunidades afroamericanas.
Harris no ha renegado de su pasado y ha hecho gala durante su campaña de su perfil de mano dura con el crimen, con el que llevó las condenas de culpabilidad a máximos durante su época como fiscal. Pero también a largas condenas a prisión para muchos afroamericanos por crímenes que hoy no se consideran ni faltas.
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Orgullo "black & brown": los latinos en EE.UU. salen a defender a los negros
05 de junio de 2020
Los Ángeles (EE.UU.), 5 jun (EFE).- Cuando Yolanda entró en Estados Unidos como una inmigrante latina y adolescente hace casi medio siglo, difícilmente imaginó que un día estaría manifestándose en el centro de Los Ángeles (EE.UU.) en defensa de la población afroamericana.
Pero con 62 años y tres hijos nacidos en este país, el miércoles acudió a una protesta de Black Lives Matter ("Las vidas negras importan") agitando una pancarta en español: "Por favor, déjennos respirar. No nos asfixien con su odio y discriminación racial".
"Desgraciadamente, he sufrido discriminación desde mi llegada en 1978. Ahora, gracias a Dios, soy residente y quiero tener voz para los que no pueden levantarla", dijo a Efe.
"Y nunca es tarde para empezar", agregó.
Históricamente, las relaciones entre latinos y afroamericanos, dos minorías marginadas en EE.UU., no han sido siempre fluidas y han pasado por darse codazos en el plano político y social para ganar protagonismo a incluso tener enfrentamientos violentos en las calles entre pandillas.
Pero en las manifestaciones para exigir justicia por la muerte de George Floyd a manos de la Policía de Mineápolis, los latinos han tenido un papel notable, especialmente en ciudades como Los Ángeles o Nueva York, dentro de una coalición diversa y multigeneracional en la que han sido habituales mensajes como "Latinos por Black Lives Matter" o "Tu lucha es mi lucha".
VOCES HISPANAS
"Está mal, tío. Ha estado mal durante muchos años (...). Y se necesita un cambio".
Con gorra de los Lakers para evadir el demoledor sol de Los Ángeles al mediodía, Carlos explicó a Efe por qué los latinos deben respaldar a Black Lives Matter.
"Muestra unidad. La raza humana es solo una raza (...). No importa el color de tu piel. Es simplemente una injusticia. Y día tras día es lo mismo", apuntó.
Por su parte, la joven Jimena argumentó que, en definitiva, esta es una protesta "por la libertad".
"Si eres negro, estás oprimido y no puedes hacer las cosas normales que cualquier otra persona puede hacer", desarrolló.
"La Policía no está asumiendo su responsabilidad", afirmó al asegurar que las autoridades definen a los afroamericanos como "matones" o "criminales" para tener una "excusa" con la que "matar a personas cada día".
EL EJEMPLO DE BOYLE HEIGHTS
Boyle Heights es sinónimo en Los Ángeles de activismo chicano, protestas latinas y unión de la raza.
Pero este barrio fue también uno de los primeros en la ciudad californiana en sumarse a la rabia e indignación por la muerte de George Floyd.
El pasado sábado, Boyle Heights llenó la icónica Mariachi Plaza con una protesta pacífica en la que ondearon banderas mexicanas, se corearon lemas latinos, se presumió de orgullo negro y chicano, e incluso hubo bailes prehispánicos.
La solidaridad con los afroamericanos no quedó ahí.
Si uno pasea estos días por la avenida César Chávez, la columna vertebral de Boyle Heights, puede rastrear el eco de las manifestaciones raciales con un cartel de Black Lives Matter en el local social Espacio 1839, un retrato de Martin Luther King en una gestoría, o la decena de pósters con los nombres de mujeres negras asesinadas por la Policía que se han pegado en postes y farolas.
Otros gestos fueron más ambiciosos.
En la librería Other Books se ha pintado un gran grafiti con dos manos entrelazadas, una negra y otra marrón, bajo el lema "BIPOC UNIDOS" (Negros, Indígenas y Personas de Color Unidos).
"Quiero que la comunidad 'latinx' sepa que pueden apoyar a Black Lives Matter y que sus voces importan también en este asunto. Muchos de nuestros problemas son los mismos y nos necesitamos ahora los unos a los otros más que nunca", explicó en Instagram la autora del grafiti, Maritza Torres.
"Como dicen los zapatistas, 'un mundo donde quepan muchos mundos'", añadió.
PROBLEMAS CON LOS SAQUEOS
Algunas alarmas saltaron en Los Ángeles cuando se convocó una protesta para el lunes en Van Nuys.
Este barrio al norte de la ciudad es una zona de clase trabajadora y latina, por lo que se temía el efecto contraproducente que pudieran tener unos disturbios ahí.
Aunque los desórdenes no estuvieron directamente relacionados con la manifestación, bastantes negocios de Van Nuys sufrieron daños.
"A mi pensamiento, esto no es protesta: esto es violencia y vandalismo", dijo Jorge, un trabajador mexicano.
"Protestar contra algo que esté mal y las injusticias es un derecho que cualquier ciudadano del mundo debe tener, pero esto va más lejos de eso", opinó.
El mismo conflicto entre defender las protestas y censurar los disturbios se ha dado entre los hispanos de otras ciudades como Chicago o Nueva York.
Daniel, un dominicano del Bronx, vio cómo su bodega quedó destrozada.
"Estoy de acuerdo que protesten pacíficamente pero no haciendo daño. Nosotros no tenemos la culpa de que la Policía haya matado a ese señor en otro estado", argumentó a Efe.
No obstante, por cada voz que plantea dudas sobre la unión entre latinos y negros también hay otra reforzando sus lazos.
Es el caso de la cantante Amara la Negra, cuya opinión es especialmente relevante ya que, con sangre dominicana y afrodescendiente, puede abordar la interseccionalidad de estas reivindicaciones.
"Como minorías e inmigrantes en este país, los latinos también han sufrido discriminación, aunque de una manera diferente a los afroamericanos", explicó a Billboard.
"Saben lo que es ser tratados de manera diferente, enfrentar la injusticia, ser humillados y no ser mirados como iguales (...). Necesitamos apoyar a nuestros hermanos y hermanas porque, como seres humanos, ver a alguien tratado de manera injusta debería afectarnos", sostuvo.
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"Ya sea con ficciones o documentales, producciones mainstream con aspiraciones al Oscar o películas súper independientes realizadas al margen del sistema, este año el Toronto International Film Festival abrazó con fuerza la causa del movimiento Black Lives Matter."
La movilización 'Black Lives Matter' y la lucha
por el fin del racismo, también es un asunto que concierne a los
hispanos en Estados Unidos, según Stacy Allen, a cargo de los jóvenes
adultos católicos de ascendencia africana de la Arquidiócesis de
Galveston-Houston.
En una reciente charla virtual, citó el caso de
Javier Ambler, un panameño negro que fue detenido por la policía el 28
de marzo de 2019 cerca de Austin, Texas. La policía usó cuatro veces una
pistola eléctrica, aunque el joven no se resistió al arresto y les dijo
que tenía problemas cardíacos. Sus últimas palabras fueron iguales a
las de George Floyd: "No puedo respirar".
Stacy también resaltó que
durante un periodo de 3 años en California, el 46 por ciento de las
personas asesinadas por la policía eran latinos. Durante la pandemia, la
policía en Houston, Texas, mató a 6 personas en 5 semanas y 5 eran
negros e hispanos.
Definitivamente, dijo, "este problema es nuestro
problema", refiriéndose al racismo, en el marco de la movilización
nacional contra la brutalidad policial y el clamor popular pidiendo
justicia equitativa.
El asesinato del afroamericano George Floyd ha
intensificado el debate sobre el pecado del racismo y la discriminación
en Estados Unidos, ha dado paso a demostraciones masivas y disturbios
civiles. En el taller virtual denominado "Cómo deben los hispanos
abordar el racismo?", impulsado por el liderazgo del V Encuentro,
precisamente se analizó el tema desde la perspectiva de la fe,
explicando cómo los hispanos están siendo afectados por esta realidad,
qué se puede hacer en las parroquias y en el hogar para lograr justicia
racial, sanación y transformación en las comunidades.
"La pandemia
del COVID-19 es nueva, pero la pandemia del racismo ha estado en este
país desde el inicio", destacó Stacy. Para esta abogada afrolatina, la
muerte de Floyd lo que hizo fue iluminar el tema y ponerlo en primer
plano.
"Cuando la gente empezó a salir a las calles, se hizo popular
la frase: "Latinos para las vidas negras". Aunque bien intencionada, la
frase descuida el reconocimiento de la existencia de latinos negros",
dijo.
Explicó que en el comercio transatlántico de esclavos, el 95
por ciento de las personas esclavizadas eran de América Latina y el
Caribe. "Estamos aquí y siempre hemos estado aquí", dijo esta abogada
nacida en Panamá. En su tierra natal -dijo- 40 por ciento de la
población es de descendencia africana. "Desde Perú hasta Chile, Brasil,
República Dominicana y el sur de México, los negros están en toda
América Latina, pero sin embargo, nuestra existencia, muchas veces es
ignorada".
Los panelistas se refirieron a la anti negrura, que se
evidencia en algunas familias que tildan de 'feos' a sus miembros de
piel oscura.
Además de víctimas de racismo, los hispanos también
somos perpetradores -según explicó en la actividad cibernética Marilyn
Santos, directora adjunta del Secretariado para la Evangelización y
Catequesis de la USCCB- entre nosotros mismos como latinos, contra los
afroamericanos, africanos, asiáticos...
Cree que los oprimidos,
cuando dejan de serlo, muchas veces en vez de abogar por las víctimas,
se convierten en racistas y discriminadores. Es un círculo -dice sobre
un fenómeno que se puede ver en EEUU y en nuestros países de origen.
"Cuando
viví en Ecuador como misionera y trabajé con niños indígenas, veía que
la mayoría de los niños querían identificarse con raíces de Europa,
querían negar su cultura indígena".
Considera que los mismos
hispanos rechazamos el ser latino, en vez de sentirnos orgullosos de lo
que somos y de dónde venimos. Cuando decimos 'pelo malo' (al cabello
rizado) o 'mejorar la raza' (cuando un nativo hace pareja con un
europeo) son indicadores de nuestra mentalidad de odio a lo nuestro
-dijo-. "Son muy buenos ejemplos del problema que existe entre nosotros
mismos, que se evidencia en nuestra cultura, en nuestro idioma y en la
forma en que nos referimos a nosotros mismos".
Tenemos que hablar sobre este tema, es un reto, es grave y no lo podemos esconder -dijo.
Alejandro
Aguilera-Titus, director adjunto de asuntos hispanos de la Conferencia
de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), también fue parte de la
charla virtual que se llevó a cabo el 5 de agosto con la participación
de más de 350 líderes del ministerio hispano a nivel nacional.
Comenzó destacando que el pueblo hispano es un pueblo de gran diversidad cultural y que reconoce la misma como un gran valor.
"Sin
embargo, hay injusticia, desigualdad y desprecio", dijo quien señala
que la raza está ligada a cuestiones económicas, culturales y políticas.
Aguilera,
quien también es coordinador nacional del V Encuentro de la Pastoral
Hispana, dijo que los hispanos están siendo desproporcionadamente
afectados por la pandemia, gran parte son trabajadores esenciales, a la
vez se les excluye de beneficios.
Asegura que el privilegio blanco
se impone en el país y que el 24 por ciento de los hispanos en Estados
Unidos tiene raíces africanas.
Considera que hay que reconocer esta
realidad de las razas, la diversidad y también la desigualdad en que se
vive la diferencia racial. "Es una realidad abrumadora", destacó.
Los
panelistas dijeron que el evangelio no deja lugar a duda de que estamos
llamado a ser hermanos y hermanas. "Somos hijos de un mismo creador,
quien nos recuerda que no debe haber superioridad entre nosotros".
Se
reconoció errores de la Iglesia Católica, al actuar como cómplice y
legitimar que algunos fueran dueños de otros seres humanos en la época
de la esclavitud. Igualmente se dejó en claro que la postura vigente es
clara, de denunciar la discriminación y el racismo.
Si bien la
esclavitud se ha superado, los panelistas afirman que persiste la idea
de que 'entre más blanco eres, más superior eres'.
Este concepto
equivocado y las relaciones de castas (quienes conviven con europeos),
deben denunciarse -dicen alentando a tomar conciencia y cambiar de
actitud.
"El evangelio es claro, no podemos descuidar a los que se ven más débiles".
Marilyn
instó a aprovechar las reuniones en las parroquias para debatir este
asunto con la Biblia en mano. Las escrituras "nos enseñan que todos
somos hijos del mismo Dios. El catecismo nos habla de este tema, úsenlo
como una forma de abrir el diálogo".
Hizo referencia a la postura
del CELAM al respecto, destacando que hay que superar y eliminar toda
forma de discriminación en los derechos fundamentales de la persona. El
documento de Aparecida también menciona que los indígenas exigen respeto
y reconocimiento, sufren de exclusión por su raza, son discriminados en
la calidad y contenido de la formación escolar. "Permanece cierta
mirada de menor respeto sobre los indígenas", dijo Marilyn haciendo eco
de los documentos católicos durante el evento virtual enfocado en la
formación del liderazgo.
Se destacó también la carta pastoral de los
obispos estadounidenses sobre racismo, titulada "Abramos nuestros
corazones: el incesante llamado al amor", en la cual se califica al
racismo como un ataque a la imagen de Dios y un pecado.
Los
panelistas instaron a los católicos a orar y discernir sobre este tema
tan controversial en el país. "Tenemos que ser honestos con nosotros
mismos y reconocer nuestros prejuicios y el racismo. Hay que iniciar la
conversación en la familia y crear grupos de reflexión en las
parroquias. Tenemos que tener el valor de no quedarnos callados, hay que
buscar al que no conocemos, acercarnos y conocer a los que ni hablan ni
lucen como yo".
Hay que ir a las marchas, alzar la voz y denunciar
actos racistas (hable con el sacerdote o líder laico), eliminar
expresiones racistas de nuestra boca y corazón -dijo Aguilera-. "El
racismo es un tema provida. Tenemos que pensar desde el evangelio para
hacer frente al racismo institucionalizado".
Los panelistas instan a
votar, participar cívicamente, denunciar la injusticia racial en el
sistema judicial para que negros y latinos tengan acceso a juicios
justos, los presos sean tratados con dignidad y ayudados en la
reincorporación social.
El liderazgo tiene esperanza en los jóvenes,
confían en que sí van a impulsar cambios permanentes sobre este asunto.
La movilización 'las vidas negras importan' es un arco iris entero y
todos estamos allí -afirman.
Como bien dijeron los panelistas: "Todas las vidas importan, sobre todo las que la sociedad considera menos".
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