martes, 29 de diciembre de 2020

Cartas nunca escritas a Platónica


No podría dedicarle esa canción, señito, Platónica, madre, S, N o como quiera que la llame, ni ninguna otra relacionada con amor romántico. Va porque es ingenua.

Para identificarla a usted uso un dibujo que subió a su perfil alguna vez.

Tiene a quien querer y yo extraño como loco a mi Inesperada. Aun así hay más que juego en nuestros comentarios públicos y cuando por rara ocasión estamos a solas se acusa la conciencia producto de sus escritos a cuentagotas o borbotones, fotos y memorias de cosas hechas juntos con otros.
Jamás falto a nuestras citas en sueños, dijo animando el mal día para mí y hoy al compartirle colectivamente una canción aclara Nadie abandonó a nadie.
Esa noche hablándonos a través de la mesa me repetí Vaya mujerón. En verdad no sé si alguien observa tanto como yo, gracias al abismo entre edades, que impide cualquier tentación física.
Acuña el del nocturno por quien empecé a platonear era un imbécil egoísta, según bien gritoneo vuecencia al recordarlo. Y no por suicidarse. Nunca vio a quien aseguraba cantar. Le servía de pretexto nada más.
A ratos hago lo mismo, confieso. Hormonas son hormonas y tengo unas activísimas, jeje. ¿Y ahora aquí? Alimento lo que afuera nos activa.
SIGUE, PUES FUE LA PRIMERA CARTA, QUE INICIA UNA SERIE INTERMINABLE CUYO FINAL NO MARCARÁ MI MUERTE. PASIÓN PLATÓNICA ETERNA ESTA NUESTRA Y ASÍ CUANDO NO NOS ENCONTREMOS EN SUEÑOS SERÁ ALLÍ, DONDE EL TIEMPO CARECE DE SENTIDO.      

     

F:jJf- 

 



El alumno

 

Este alumno intentaba compartir las clases recibidas cada día invirtiendo el papel del maestro o desenmascarándolo y no tiene fuerzas para ello pues vendió su alma al diablo por un taco.
-Exagerado -¿diría mi amita Tic? 
No, pues es como yo y sabe cuánto daño hace vender siquiera cinco minutos de convicciones. 
Creí cumplido el propósito que evitaría bajar nuevamente a las calles, en sombras, desde luego, y véanme andándolas todavía, por un tufo de éxito. ¿Cómo me lo sacudiré hoy? Temo a mis reacciones, a sus injusticias y frutos, si puede llamarse así al ostracismo.
-Cuac, te estás pasando -escucho imaginariamente a la Tic, abandonadora profesional. -Estás de un dramático insoportable -agrega dando vuelta para regresar adonde no ha salido ni en pinchurrientas palabritas virtuales durante los pandémicos tiempos.
-Sigue y colgaré, muerto, se entiende. 
-¿De la ventana en tu planta baja? -tercia con una sonrisa el también redomado cabrón abuelo, quien contempla la escena.
-Está bien. Continúo, para nadie porque a estas alturas corrieron los once escuchas promedio que atienden al cuaderno y el canalito Youtube.

               

F:jJf-  



miércoles, 23 de diciembre de 2020

Cuadernos. Qué son exactamente y cómo encontrarlos


Hoy éstas y aquéllas buscan un lugar a propósito, no importa si las atestiguan o tiran a locas. Lo que importa es el paseo por La Calzada de los Misterios.
Así decía quince años atrás iniciando mis Cuadernos. 
No estuvo nada mal la diaria experiencia que condujo a viñetas, diarios y crónicas personales, históricos, sociales, eroticones incluso, sumándole esto y aquello anterior. 
Al presentarlos ahora uno a uno me pongo solemne y aparecen como obras bien integradas. No lo son, o solo imperfectamente, y a veces se reducen a muy poco. 
En su primera etapa, cuando la empresa que los proporciona tenía el detalle de difundirlos, llegaron visitantes y aprobaciones por montón -uno enloqueció al recibir doscientas veinte mil, jeje.
Luego y como el pésimo vendedor de mí mismo a quien así se reconoce aquí y allá, le tomó diez minutos reducir esos números primero a centenas y más tarde a cuatro gatos -nuevo jeje. 
Recién un amigo desesperó buscando algo para publicar en libro y desde luego no encontró nada. Agradezco su distraer el tiempo que siempre le falta.          
Enlisto:  
Desde la azotea I busca entre mi vida. 
La ilusión viaja en tranvía 1 asoma a ángulos no apreciados allí.
En Para morir iguales mi abuelo y los suyos, Filiberto, los del Santo Lugar y una vaga, enorme cantidad de hombres, mujeres, niños y niñas se descubren entre sí a miles kilómetros y siglos de distancia.
Red de agujeros lidia con la historia del país y Demasiado humano anda por muchos rumbos para comprender cómo "todo lo sólido se desvanece en el aire".
La casa del horror, nueva versión son nuestras tierras en tiempo recientes.
Para la obvio, Última función, y
La pasión según FB 1 cierra el círculo.
En algunos casos nos sobra material a pasto y por eso incluyo anexos.
Cuando pensaba que no habría más apareció El último viaje I. Con éste y Crónica interminable (lacronicainterminable.blogspot.com) suplí en los hechos a Demasiado humano.
Historias contiene eso, justamente: momentos. Puede entrarse a ellas, por ejemplo, aquí: Historias: El final. (Un libro que se pule.) (belarhisorias.blogspot.com)
Si se quiere un surtido ir a Viñetas para leer, desde donde puede accederse a pequeñas colecciones de ellas.

Para más explicaciones Calzada, 1 y 2.

Repito: la obra es vivir. Todas y todos hacemos una, entonces, y a esta mía los cuadernos le dan el último toque.


   
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viernes, 18 de diciembre de 2020

Nada personal

 Así, Nada personal, se llamaba una telenovela publicitada como revolucionaria. Solo valía el título y lo robo para insistir: en los cuadernos personales no me autobiografío. Papá ocupa allí cinco líneas y no aparecen los hermanos mayores ni demás familia o antiguos amigos, condiscípulos, personas y ambientes laborales.

Tendría con ellos material para viñetas de toda especie y el pudor impide sacarles partido.

Quienes trataron conmigo y no están entre los entrañables deben darse por bien servidos, pues suelo escuchar su Viento idiota


      


F:jJf-

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Las cinco mil peruanas desaparecidas y "Los hombres de maíz"

 Según informes oficiales desaparecieron cinco mil peruanas en 2020, mayoritariamente jóvenes y niñas. ¿Había un subregistro que el sistema de cuentas apurado por la pandemia transparenta?

Como sea, ¿por qué?, ¿quiénes son los culpables? ¿Mafias criminales para prostituirlas y/o vender sus órganos? ¿Deben sumársele esposos y novios actuales o previos; tíos, primos, padres y hermanos reglamentarios o adoptivos, vecinos y condiscípulos, al modo habitual? ¿Cuántos otros y otras fueron testigos silenciosos?
"-Y María Tecún... no es tampoco de apellido Zacatón, y por lo mismo esta viva: de ser sangre de los Zacatón habrían cortado su cabeza de criatura de meses en la degollación de los Zacatón que yo, Curandero-Venado de las Siete-rozas ordene indirectamente... por ser hijos y nietos del farmacéutico que vendió y preparó a sabiendas el veneno que paralizó la guerra del invencible Gaspar Ilóm, contra los maiceros que siembran maíz para negociar con las cosechas. ¡Igual que hombres que preferían mujeres para vender la carne de sus hijos...! 
" -Si no es María Tecún ni María Zacatón, entonces, esta piedra, ¿quién es?, Venado de las Sieterozas... 
"-María la Lluvia, la Piojosa Grande, la que echó a correr como agua que se despeña, huyendo de la muerte... Llevaba a su espalda al hijo del invencible Gaspar... a su hijo el maíz, el maíz de Ilom, y erguida estará en el tiempo que está por venir, entre el cielo, la tierra y el vacío." 
¿Remitir a Los hombres de maíz, escrita por Miguel Ángel Asturias, quien antes o después tradujo el Chilam Balam mantenido en secreto durante siglos por los Maya Quiche tras la Conquista? Qué sinsentido, excepto si...
Perú y Guatemala, una misma llaga de quinientos años renovada por el neoliberalismo. Entonces había un abismo entre ellos. La civilización andina y Mesoamérica, dos universos para nosotros secretamente interrelacionados. También en ellos las mujeres sufrían, dentro de los meollos, cuando menos, y excepto quizá donde el Estado no llegaba. ¿Igual que más tarde? No y aún así...
¿Quiero robarnos nuestro edén perdido, tan mito como el bíblico y, contra todo, urgente, mientras encontramos uno real?
Paro. Las cinco mil peruanas desaparecidas claman desde el hoy, tiempo que nos acapara pues hasta en la Bolivia faro del mundo urgieron los días durante esos once meses que le permiten serlo.



miércoles, 9 de diciembre de 2020

Platónica y el hombre derrotado

Permita que repita para usted la música antes dedicada a Milagrosa, ¿va?


Así digo a Platónica cuando su novio vuelve y me quejo, en la red social, desde luego, pues mi amor se explaya allí para diversión y concurso de nuestros cincuenta amigos.
No entrega una furiosa noche, como aquélla, sino diez cálidos, simpáticos minutos cada día, deteniéndonos entrando al cuartito chatero para preguntar por las mutuas vidas, que conocemos mejor de lo supuesto incluso entre antiguos hermanitos y hermanitas.
Hoy concedió a mi pedido con este desnudo suyo.
Lo enmarqué para colgármelo en el corazón desde donde recita insinuaciones.
Está buenísima la damita, y no me refiero al dibujo, y evito imaginarla siquiera sin suéter porque sino importaría en tanto a veces nos desnudamos el alma, desatendería sus palabras contradiciéndome imperdonablemente dentro del enredo que hacen dos vidas simultáneas.
En un reclamo anterior sobre su galán, con sabia gentileza contestó: Usted me da lo que él no.
¿Gastamos de esa forma una amistad que a estas alturas debería ser más rentable? Sin los juegos quizá habríamos terminado alejándonos.
Mi platonismo sirve, créanme. 
Lo dice el hombre derrotado en el cual me reconozco al fin. Hoy México vence a gente como yo. Vivo gracias a Bolivia, Chile, Black Lives Matter, Palestina, Francia, India y su huelga multimillonaria... ¿Qué alimenta a mi dorado tormento, o a la Mal nombrada o Lupita, el cuadro más todo que jamás conocí, aguardando el pasar de años? Solo cuando la 4T (Cuarta Transición) termine, habla lugar para nosotros. AMLO y cercanos cumplen el cometido, reconozcamos, mientras la ola de forzosos advenedizos se recrea.
Para la larga espera una joya:
Me despido. Dejaré la lanchita para bañarme en esa maravillosa cascada sin alcanzarla a Ella, jeje.
-0-
Tras una semana Platónica planta tremenda foto en su perfil, besándose con el novio tapabocas contra tapabocas.
Mi corazón no resiste y aprovecho para declararme desauciado.
Ella y el resto de hermanitas y hermanitos son jóvenes y yo a ratos no viejo sino anciano. Aguaradán por ese sueño. Mientras viviré a través suyo desde donde quiera que esté o como esté.    
                   

F:jJf-


martes, 8 de diciembre de 2020

La nueva Corte de Medianoche


Recordemos:

Frente a nosotros el abuelo, Filiberto, una de las muchachas que no murió en 1524, Bryan O´Donnel, la niña coja por un bombardeo, Dodes Kadem, Monelle, los pequeños cuyos ojos vaciaron píos monjes camino a Ciudad Santa; Felícitas, Malena, el Jarocho, en gigantescas representaciones se sientan a una mesa sobre lo alto. 

En la multitud alrededor hay muchos rostros conocidos y el resto tiene un impreciso aire familiar.
Acostumbrado a los escenarios con miles de protagonistas, el abuelo no necesita forzar la voz para que se escuche a través del eco profundo en el fantástico lugar. 
-Mira -dice extendiendo la mano en un movimiento circular. -Te nos dimos, tan diversos en tiempo y espacio y tan íntimos como deseabas. Y has traicionado nuestra confianza. 
Prometo cumplir la tarea y recuerdo a Domingo embobándose con los recuerdos de una bronca toma de predios, para que repentinamente, sin venir a cuento, pensaría uno, los ojos se le fueran quién sabe a dónde y dijera: 
-Todo fue por mi papá, que vendía pájaros en el mercado y no tenía un centavo y andaba cante y cante.

Desde entonces se sumaron miles: Rhua, púber esclava del Níger a quien dieron en regalo; Dersú Uzala, Mohammad y su abuela, la indígena boliviana que enfrenta al helicóptero con una honda; Apurba Kuma, Doha Suheil, el terco niño migrante intentando sin fortuna saltar una malla...

-Fracasaré -debo decirles ahora. -Apenas puedo conmigo. Serán redimidos, juro, por sí mismos. Lo están ya gracias al llano acto de haber existido.

F:jJf-


domingo, 6 de diciembre de 2020

Con todo respecto o sin el menor

 Una vez establecido que nadie out USA lo entiende bien a bien, empezando por los hispanohablantes, y tras declararme cualquier cosa menos su fan, procedamos, Mr., a escuchar esta entre muchas joyas.

Con el eco me basta.

A mi amita la aburre, ¿sabe?, y es música. Así que aprovecho el domingo de "aldea mágica" para escucharlo aquí, Tic Place corazón adentro, donde se guarda un amor solo perceptible por ella.

Dos meses bastaron para hacerla viajar en una camioneta hippy durante el resto de la vida.

Necia, deberían cuadrarte versos como los que van a continuación:

"Se sentaron juntos en el parque
Como el cielo de la tarde se puso oscuro
ella lo miro y el sintió una chispa
hormigueándole hasta los huesos
"fue entonces cuando él se sintió solo
y quiso ir derecho
y buscar un simple giro del destino

"ellos caminaron a lo largo del viejo canal
un poco confundido, lo recuerdo bien
y se detuvieron en un extraño hotel
con brillo de luces de neón ardiendo
él sintió el calor de la noche
golpeándolo como un tren de carga moviéndose por
un simple giro del destino"

 


FF:jJf-

sábado, 5 de diciembre de 2020

Aguirre, Tupac Amaru, Nostromo y el Golfo de Mexico

Joseph Conrad era un monstruo de la literatura y con justa razón le llaman sinvergüenza. Lo denosta  el África negra y debieron hacerlo también los pueblos latinoamericanos. Éstos y no quienes han medrado a costa suya.

-Un moralino historiográfico -dirá asqueada Santa Academia.

-Tanto como su excelencia -responderé  recordándole cuánto adjura de los movimientos sociales que para bien o mal transformaron nuestras tierras.

-¡Esas cosas dejan ríos de sangre!

 -Se enfría tu té y van a dar las cinco y media. Apura, por cierto, que antes de medianoche te guillotinarán... los fondos y en consecuencia... Morir asfixiada, qué horror

-¡Hablen al censor!

-Lástima, no opera tratándose del tema.     

FF:jJf-   

domingo, 29 de noviembre de 2020

Sin son


 Este son es muy bonito pero sonaría  melodramáticamente sin sentido si lo cantara yo.

No tengo jarana y ni con chochos dejo mi esperanza, pues vaya a saberse qué harán con ella, digo bromeando en consideración a su carácter colectivo.

Reafirmo solo lo advertido meses atrás: desaparecí. Desde entonces quien habla aquí es la Tic, Abrazos o cualquiera que use el espacio para divertirse, aclaro vía esa interpósita persona.

Los ausentes tenemos privilegios que se reproducen en Youtube, donde pueden programarse las publicaciones. 

La última vez fui visto pagando derecho de piso por vez número mil, pues hasta vuelto fantasma a uno le da hambre y frío. Somos millones tras millones así, aguardando el día.

Paso a no retirarme, entonces, canturreando la tonada, que suena bien dulce.  


 

FF:jJf- 

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viernes, 27 de noviembre de 2020

El Mr, Philip Roth, el Nobel y el corazón de Estados Unidos

 En 1964 Jean Paul Sartre se niega a recibir el premio Nobel. No quiero institucionalizarme, dice, y no ser desde mañana un escritor a secas, cargando su llana humanidad. También tiene reparos políticos que se niega a explicitar, presentándolos más bien en términos culturales.

¿Cuenta ya su decisión de darle forma a un tribunal internacional contra la invasión estadounidense en Vietnam, que se concretará dos años más tarde?

Tal vez hago preguntas ociosas. En cualquier caso la academia sueca que da los galardones tenía ya larga fama de obrar caprichosamente, cuando menos. Odió siempre a los monumentales autores rusos e hizo una sola excepción con Boris Pasternak, a quien el estalinismo condenó al ostracismo, y durante la Primera Guerra Mundial año tras año escogió literatos de países neutrales. 

Quizás en parte entregó el galardón a Bob Dylan para evitar dárselo al más terco postulante estadounidense, Philip Roth, mal visto por sus propios hermanos de fe con poder. 

Sin quererlo, así le rindieron culto a éste. Lo pienso porque no conozco a ningún otro escritor de Estados Unidos que en la época observara tan áspera y amorosamente a su país como el mismo Mr., al cual encontramos aquí rindiendo homenaje a sus riquísimas, múltiples fuentes musicales, despreciadas a ratos hasta el olvido, sin hacerle guiños a la gran cultura.



Cierto, cuando con una sonrisa terminó por escuchar la alharaca venida de Estocolmo, grabó esto, que reconoce sus deudas literarias, pero no sin antes cantar a los intérpretes de blus, folk, country, etc., cuyos pasos lo influyeron mucho más que cualquier otra cosa... quitando la sociedad en torno suyo.

            

FF:jJf-      

jueves, 26 de noviembre de 2020

Corazón Mío en la pandemia

Una alumna, no importa cuán adulta, engatusando al maestro, da igual si por mero juego, debe ser tema prohibido para mí, como todos en que cualquier Ella tome la iniciativa. Trasgredo aquí esa simplísima regla, sin pretexto al cual acudir.
Pido, pues, leer solo tras el reconocimiento: socialmente somos basura también por cuánto abuso sexual hay a nuestra espalda y alrededor.
Tal vez Eros tendría que darse descanso hasta solucionar tan estructural cuestión.

Algo hizo bien el Cuac o Viejo u Ojos admirados, como para que la Tic volviera convertida en Inesperada o Tú en Abrazos con dulcísimo amor por una joven o Corazón mío a lo sí misma  dispuesta a darse al recuerdo virtual y nuevas fantasías cuyo delirio solo testimonia.
-Ese vestidito negro realmente desquicia -dice carcajeándose ante la foto que traigo del buscador. -¿Dónde me fui?
-Al golfo. Enrédate esta tela como falda -le pido-. Se pone y quita muy fácil.
-¿Era para? 
-Andar por casa cuando no salimos en dos meses, carajo.
-Ah, sí, se me olvidaba -contribuye entre más jajas.
-Vivíamos borrachos también por el aroma añejado.
-Imagino. Algo sabemos sobre la cuestión, ¿verdad? 
Continúan sus sonoras risas. Luego le paso un video.
-Tú pediste tomarlo, eh -advierto.
-Todos, creo.
-Perdí el de la noche con Andrea y sus amigos.
-Jugando a la botella conmigo, no lo olvido. Sigo siendo atrevida, aunque a veces no es divertido.
Se refiere a los novios que suele escupir uno tras otro, para ocasionalmente ser traicionada de pésima manera.
Cierta noche juntos lloró por sus excesos.
-Tonta. Sigues el impulso, las reglas de Monelle.
-¿Hasta cuando te traté mal?
-Claro. ¿Quería caramelos finos y los pagaba con sesenta y tantos años y peste a tabaco?
-Entonces nfumabas tanto y tenías tu encanto.
-¿Digno de lo recibido?
-¿Por qué no? Y después... Vivo gracias a los posgrados y sin ti... Y no querías cobrarme.
-Quién sabe.
-Mejor vuelve a contar.
-Bastaría con la memoria. De allí sale el resto.
-¿Te acuerdas de aquella fiesta en que ni te consulté?
-Inolvidable, cabrona.
Vuelta al carcajeo.
Verdaderamente se pasó y ese fue el quid. Más tarde repetiría, multiplicándolo por mil, como explico en la viñeta primera (Corazón Mío).    

Los entretenimientos de ella estaban convenidos si me hacía partícipe. Ese tipo le gustaba, quedó claro durante el clásico que A solía introducir en sus reuniones: ¿A quién le darías un beso?, ¿con quién tendrías sexo y con quién te casarías?
Nos tomaban por pareja común, sin importar el abismo de años, y la forma en que respondió a la segunda pregunta produjo un intercambio de miradas general. 
Resultó incómodo por los coqueteos previos y a continuación, que debió advertirme y yo aplaudiría. Escamotearlos era una traición sin sentido, excepto si él le gustaba al grado de desquiciarla.
Tragué lo demás entre conmiserativas, silenciosas solidaridades que no hallaban qué hacer cuando rumbo a la cocina Corazón soltó el vil pretexto.
-Voy a abrir esta botella de vino pero no sé cómo. ¿Alguien me enseña?
Diez minutos después el individuo salió rumbo al baño o cosa así y ella, borracha por partida doble, regresó para sentarse. 
Esperé inútilmente por guiños que me hicieran cómplice, dos minutos, pues eso le tomó pedir un cuarto para reposar el exceso de alcohol. 
A intento acompañarla y se apuró a adelantársele.
-No te molestes, voy sola.
Hizo el paseíllo entre ojos que buscaban donde ponerse para aligerarme la carga.
Al reaparecer tras buen rato echó una frase luego célebre en esa casa con estruendoso humor.
-Ya descansé.
-Todo lo que digas será usado en tu contra -le previne y pedí un taxi que usamos dos únicamente por el partido que este viejo sacaría del evento. Culpable, despejaba puertas a una veta inesperada.
Como siempre, todo estuvo en los detalles y su manera de describirlos. Entrar a la cocina paladeando el secreto, un hombre moreno y fuerte detrás suyo sin precisar hasta donde le permitirían llevar su antojo.
-Quiero aprender, no solo abrirla.
Corazón desvalida y él rodeándola por la espalda.
-Lo tomas así y das vueltas para meterlo.
-Meterlo...
-Poco a poco, hasta el fondo.
-Qué interesante.
Los cuerpos reconociéndose, la fiesta afuera, sus voces cada vez sugestivas.
-Y jalas fuerte.
-Bien fuerte... Alguien entrará en cualquier momento. Ven, un beso de agradecimiento, aunque sea cortito.
Piropos de él, ella rematando:
-En cinco minutos voy a sentirme mal. ¿Dónde es mejor acostarse?
Y etcétera después, cuando llegó al cuarto, pasito a pasito: cómo la puerta, la entresombra, él reposando...
Maestra esa mujer que ahora acude a mi también minucioso relato sobre los estragos causados por el vestidito negro durante un imaginario fandango, jeje.
Grande, Corazón, ocasionalmente con ayuda, al modo del día usando a un maestro. 
-¿Y ahora que se nos ocurre? -consultó, pues le aburrían nuestros últimos trucos. -Aguanta.
Llamó a su mejor amiga, L, por altavoz.
-¿Hacemos algo con el profe?
Al hombre lo ponía mal su sensualidad, que desplegaba cuando se sentía observada por él. Y es que nada disfrutaba tanto como eso, según bien sabía yo apelando a ellas en juegos improvisados.
Llegadas a cierto nivel producían una "arañita" de grueso líquido entre las piernas. Nunca vi nada tan enloquecedor y así recurría al recurso con harta frecuencia. 
No era el caso en público, claro, y al Doctor le bastaban muslos y pechos semidescubiertos al sin querer, digamos, y sobre todo la mutación en los visajes, que ya referí.
-¿Qué quieres? -preguntó L.
-¿Vendría a mi casa invitándolo tú, para estudiar, se entiende?
-¡Desde luego! -respondió más que divertida.
-A ver, llámalo.
-A las siete.
Nadie tenía quejas de su comportamiento. Hacerlo romper las normas no resultaría cil, aunque mi compañera acababa de dar un salto monumental, porque con solo decidirlo a ir lo enredaba en algo imprevisible. 
-Prepararé la escena del crimen -dijo contestísima y luego se puso muy seria. -Tiene un prestigio ganado a pulso y no lo abollaré, descuida. Falta convencer a L de que calladita se ve más bonita. ¿Te encargas?
-Payasa.
-No, yo la convenzo. Es buena muchacha... en el fondo, jeje.
No contaré sino cómo creó una atmósfera propicia, aprovechando deslices de la L lengua para acercarse a quien necesitaba académicamente. Por ellos él sabía que Corazón llevaba suéter sin falta pues odiaba los sostenes y que en casa se desprendía también de la tanga acostumbrada.
-Debieras verlo cuando le conté a lo casual, jeje. Casi se tapa los oídos.
-Hay que sentarlo aquí -instruyó a L.
-¿Por?
-La luz. Mira... Ahora acá.
Menuda experta. Así él tendría a la vista los pechos entrecubiertos iluminados de manera que transparentara su nacimiento. Después hurgaría en una mesa contigua cuya lámpara producía el mismo efecto. 
-¿Hasta dónde? -pidió precisarle para que solo se apreciaran las piernas. -Entonces te vas al cuarto con el pretexto de saludar a "mi amo", jeje. La cámara...
-¡Perdón!
-Obvio grabaré.
-Quiero ese video -dice ahora.
-No lo encuentro -contesto por la pantalla del chat.
-Qué lástima. Fue uno de mis mejores trabajos, jajaja.
-El mío, castigarte. 
-No creí que me gustaría, y sí, mucho. Por eso, por renovarlo pues se había gastado, le hice dizque de esclava con el canijo aquél.
-Dizque... Mentirosa. Creí no volvería a verte.
-Fantasías tuyas, ya aclaré. Lo increíble era manipular a los clientes, jeje. Y pude hacerlo contigo pero te dio miedo.
-Esas cosas, aunque se den por internet, conducen al crimen organizado, seguro.
-Sí, tal vez tienes razón. Por cierto, no me dio un peso.
-Bueno, más arriesgado fue tu levantón en el parque.
-Estaba bajo control.
-Ese día. Los siguientes, en cualquier calle...
-No se atrevería. Desestimas mi sexto sentido.  
     
                    
      
SIGUE     

FF:jJf-
 



martes, 24 de noviembre de 2020

Ser o no ser, en colectivo, disculpe usted, Sir William

 Queda dicho en  La Corte de Media Noche y los Nietos. Mi gateo rumbo a la azotea era fuga y encuentro. Huía del departamento donde, como cualquiera en su caso, papá y mamá nos confinaban. Querían protegernos y tenían cierta razón pues el hambre y el descampado nocturno matan -tan estúpidamente entendida tú, noche, pareja inseparable que representa esa otra cuyos sexos las civilizaciones interpretaron con maña, y no los pueblos tribales quienes sabían: la celosa amante en tea tenía pechos y el falo jugaba a escapársele (me acusan de meter guiones y paréntesis; ¿hay otra manera viviendo entre mafiosos enredos?)-. También puede entenderse que, para entonces perdida la esperanza colectiva, sus sueños personales los habitaran por completo, así fuera pendiente de ella.

Pasillo, tres habitaciones, sala comedor, cocina, baño y medio. Bien dije: hogar, criaturas bullendo en el caldero. 

-¡Vete de aquí! -gritaba la sapiencia que no habían liquidado todavía.

Y entonces tuve valle, nubes relatando su viaje desde dos océanos, campesinas canturreando en muchas lenguas, y más, si atendía al hormiguero abajo.

Walt Whitman se fue a la verga con El canto a mí mismo, colmo entre colmos.

Ser en colectivo o morir, decía ese menos de un metro de altura con el cabello al viento que durante aquél febrero por ráfagas picaba los ojos trayendo al lago convertido en arenales.


    Dr. Atl de su larga serie sobre vistas del valle.






FF:jJf-

sábado, 21 de noviembre de 2020

La Corte de Media Noche y los Nietos

 Emprendido el último viaje con el abuelo, y no vamos solos, desde luego.

Con nosotros andan la Corte de Medianoche y los Nietos, ambos aumentados sin pausa, como un linaje entre miles o millones que se forjaron en veinticinco siglos.

Ahora nuestra mirada busca solo el futuro, entre este arduo día a día cuya intransigencia espera ganar al menos lo mínimo para un descanso final digno. 

Puede entenderse la conmiserativa contemplación de quienes generaciones tras generaciones fueron poseídos por el apremio para escarbar lo demasiado humano.

-Lo lograremos, verán -se les dice.

-0-

Esta es nuestra Corte de Medianoche, recuerden, Nietas y Nietos:      

Igualitito que en la obra cumbre del último gran poeta en lengua irlandesa(1), duermo plácidamente y el reclamo de una metálica voz me despierta:
-"¡Eh, tu, vago, ¿qué haces ahí cuando la más digna corte jamás reunida espera para juzgarte".
Claro, no estoy en el lomo de un río, a la manera del campesino en el poema, sino sobre la cama, y no es una monstruosa mujer de mirada sangriente quien amonesta, sino El Grillo, metro sesenta de altura, pecho echado pa lante y ojos de capulín.
-¡Comadre! -le digo harto contento al verlo tras casi cuarenta años.
-No te hagas baboso y jálale.
-¿Y ora?
-Que nos juntamos pa darte con todo.
-¿A mí? -alcanzo a preguntar antes de que como soñando aparezcamos en un castillo cuyas troneras echan humo fábril.
Frente a nosotros el abuelo, Filiberto, una de las muchachas que no murió en 1524, Bryan O´Donnel, Artemio, la niña cojas por un bombardeo, Felícitas, Malena, el Jarocho, en gigantescas representaciones se sientan a una mesa sobre lo alto. 
En la multitud alrededor hay muchos rostros conocidos y el resto tiene un impreciso aire familiar.
Acostumbrado a los escenarios con miles de protagonistas, el abuelo no necesita forzar la voz para que se escuche a través del eco profundo en el fantástico lugar. 
-Mira -dice extendiendo la mano en un movimiento circular. -Te nos dimos, tan diversos en tiempo y espacio y tan íntimos como deseabas. Y has traicionado nuestra confianza. 
Prometo cumplir la tarea y recuerdo a Domingo embobándose con los recuerdos de una bronca toma de predios, para que repentinamente, sin venir a cuento, pensaría uno, los ojos se le fueran quién sabe a dónde y dijera: 
-Todo fue por mi papá, que vendía pájaros en el mercado y no tenía un centavo y andaba cante y cante.


1. John Merryman, La corte de medianoche.

-0-

No hay más muertes en solitario o que así parezcanMadres lo entendió hace mucho.

Al abuelo lo enterraron en 1950 y yo seguiré aquí no importa lo que digan los obituarios, si se incumple mi voluntad de pasar inadvertido para ellos.

FF:jJf-

martes, 17 de noviembre de 2020

La guerra por el día

 El diario asesinato del deseo, lo llamo y es algo más, ostensible.

Parecería absurdo que me gustaran tanto las autobiografías cuando durante mi primera juventud hacia ese largo viaje al cual acostumbro referirme. (Mal empiezas, yo, renunciado al tono que te conviene.)

Porque no buscaba en ellas caminos personales. ¿El sexto barón de Byron, por ejemplo, guiaría al adolescente  mexicano de clase media? ¿O Balzac, obsesionado con la manipuladora condesa Hanska tras quien cometería errores financieros en cascada, si sin arriesgar ochavo -jeje- yo tenía una correspondiente -permíteme exagerar, Ana-, libre y translúcida -ya estás reivindicada, jeje.

Para estar en época, no en aires, con un intérprete mamonzón, jeje. Advierto otra vez: de música culta no sé ni madres. 

Me atraía la cotidianidad sin elaboración, que en términos dramáticos encontraba por otro lado. El gran conocimiento venía de alrededor mío, claro, con su sencilla aspereza.   
 


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miércoles, 11 de noviembre de 2020

¿Cómo será el cualquier día?

A mi cuerpo no se le da el dolor o no lo entiende.

Recordé ya para ustedes cómo crié cincuenta y cuatro piedras vesiculares sin experimentar más que de cuando en cuando temblores nocturnos y súbitas descompensaciones resueltas con jugo o cualquier otro emulsificante. La cincuenta y cinco la sentí, vaya que sí, cuando pasó al conducto biliar, y tampoco salí corriendo a urgencias. Sino lo había hecho tras tres anginas de pecho consultadas de viva voz a mi hermano, un tiempo médico, quien pensó se debían a alergias, ni tras el infarto a continuación...

Ese viejo consumirme estilo vela, al cual me refiero con frecuencia, no lo explican los anuales estudios clínicos, que no solicité por él, aclaro, sino en tanto hombre juicioso cuidando su salud, jeje. 

Confirmo: Matusalén habrá de vérselas conmigo si sigue reclamándose el más añoso jamás existido. Es simple, la muerte pierde el rumbo cuando viene a esta casa.

Aun así pregunto cómo será el cualquier día que digo al sufrir tal o cual síntoma significativo. A nada temo más, imaginándolo. Después volveré, desde luego, para que el orden universal prevalezca, siquiera en mi pequeño mundo. Pero ese momento... Rostros espantados, llantos, carreras, mi cuerpo que manejan como trapo y su espectáculo, por fuera y dentro, los trámites y comentarios, la ceremonia inevitable, no importa cuanto haya rogado para evitarla.

Matusalén llaman también al árbol con mayor edad en la tierra.

Al bíblico lo pintan así.

-0-

Pongo algo al respecto en mi pequeña cuenta de la red social adecuada y horas más tarde:

    Anoche di unos teclazos rumbo a la cama. No esperaba comentarios

    Alexa Y sin embargo, estuvieron bien chidos
     
    Ladilla ggg

    HG A mi me dejo muy pensativa, agradezco que comparta esas letras con nosotros.

    Grax, carnalita
     
    HG I miss you, really, I feel how are a eternity went I not see!
     
    Mel No los lea, pero siga escribiendo jjj

    Me lleva la verga, hay nietas que no entienden ggg

    Mel
    Bueno, haremos un chat grupal donde comentaremos sus textos sin que usted sepa

Mi corancito se alivia gracias a ellas y no pienso que todo hago mal aunque me lo celebren. Diez minutos, por supuesto.

(¿Ves, Tic? ¿Así cómo estar a tu lado?)

Al día siguiente aviento allí en retahila:

Zitarrosa y Cortázar fumaban cincuenta cigarros diarios y no murieron por ellos

Trump no fuma. Tampoco Salinas, ni Hitler ni Pinochet

"Pobrecito mi cigarro, un día te habrán de culpar" decía Atahualpa Yupanqui

(Aprovecho, amita: “El deseo sexual, si es recíproco, origina un complot de dos personas que hace frente al resto de los complots que hay en el mundo. Es una conspiración de dos. El plan es ofrecer al otro un respiro ante el dolor del mundo. No la felicidad sino un descanso físico ante la enorme responsabilidad de los cuerpos hacia el dolor." John Berger

(-¿Me lo dices a mí? -preguntará mi señito.

(-Nomás te recuerdo que la abstinencia empuja al tabaquismo.

(-Saca los condones virtuales, ándale.) 

Finalmente, tabaquismo, alcoholismo, etc., son enfermedades "por elección".

 

FF:jJf-