jueves, 29 de octubre de 2020

Long road. Raisin

Va la cursilada por delante.

Esta canción es emblemática aquí, saben ustedes. Sintomáticamente la descubrí en 2004, cuando el Nuevo no necesitó más de mí.
Podía volver, entonces, a esa tarea prorrogada que buscaba con nostalgia mirando desde autobuses ida y vuelta entre las ciudades provincianas donde Ellos crecieron tras su marcha, los tres primeros años sin el criador a quien Ella expropió con buena voluntad, quiero creer en un exceso de compresión
Tal y cual viñeta recoge comedidamente mi antiquísima amistad con el miedo y ninguna insinúa siquiera su peor momento aquél febrero de perderlos para siempre, sino hacía un esfuerzo no sobrehumano, pues siendo así no lo habría logrado, pero casi.
Gaskc es una población polaca cuyo nombre pido disculpas por usar como sinónimo de limbo, pues allí viví durante treinta y seis meses, gracias a las visitas regulares y a Ana II, que sin anuncio apareció para cobijarme.
En algún cuaderno cuento mi fracaso durante 2004, tras hallar el sitio perfecto donde reintegrarme al sueño, existiera o no afuera. Lo había, efectivamente, así no pudiera verlo pues crecía muy al sur. Dentro cualquiera puede crearse uno, teniendo las sólidas bases heredadas y su extraordinaria materialización en el Santo Lugar y alrededores. 
Fui conquistándolo luego poco a poco, no importa cuántos extravagantes ríos cursara con el abuelo, que vino para volverlos posible y merced al concurso de S y E, nuevas maravillas, y la Tic.
Tres lustros duró este nuevo largo viaje que termina hoy, cubiertas sus estaciones.
Saludo al raisin o día primero en mi vendimiario.

   
         
 

FF:jJf  
 




Las niñas y la música

Rededicada años después a quien no sé cómo llamar y reditas a Natural desde tu hermoso kimono por la ventana frente a esta mía, dos pisos arriba.  




Otra vez desde su puerta al patio de la privada, Natural, como la llamé después, dirigía la vista sin rubores a mi ventana. Creí comprender, pues no era la primera vez que experimentaba la sensación.
Haciéndome viejo a solas me di a grabar pistas musicales en mezclas semicaprichosas. Un poco de todo había en ellas, que luego escuchaba sin pausa durante el día.
El departamento donde me inicié en la práctica tenía ventanales a la última, casi desierta cuadra de una avenida con camellón que presidían hermosas palmeras -el detalle era importante y al escribir olvidé porqué; un día os contaré, como decía mi ma para nunca volver al tema, jeje.
En el edificio de tres plantas habitaban dos parejas, una mujer madura y agria, un solterón de costumbres deleznables, una joven cuyas ocupaciones eran un enigma, un par de familias y una decena de autos en cajones que al fondo se abrían al cielo -usea, había lana, jeje.
Una tarde al salir encontré en las escaleras a dos jovencitas fumando sobre los peldaños próximos. La escena me pareció muy poco edificante y presumía en ella a padres autoritarios y niñas sin respeto por los demás, pues siendo fumador empedernido odiaba las colillas arrojadas donde dios daba a entender, y ellas no tenían a la mano nada semejante a un cenicero.
Bajando tuve esa sensación de ojos que se clavan en la espalda, y no me tiré a loco pues entendía la intriga o la incomodidad que podía producir alguien tan exótico como yo para el lugar.
La segunda joven, de origen oriental, vivía detrás del camellón a la misma altura de la primera, un piso arriba de mí, y con frecuencia asomaba para a gritos comunicarse con la amiga. Hábitos de adolescencia un poco demasiado ruidosos, pensé, porque trabajando junto al ventanal, la voz de la vecinita arriba prácticamente hablaba a mi oído. 
Había una especial calma la tarde en que con aquella misma cercanía las espléndidas percusiones de una de las cintas empezaron a acompañarse con palos de batería. Me asome: eran de la joven.
En adelante ella y su amiga olvidaron el pudor en las escaleras a mi paso.
-Sí, venimos a complacernos con lo que pones, ¿y? –decían sin decir.
El juego subió de volumen. Ora trataba de llamadas por teléfono con un descaro absoluto, porque la japonesita hacía alarde de su aparato por la ventana y el diálogo a través del auricular se divertía entre risas:
-Dile, no seas tonta.
-¿Cómo crees? Va a pensar que soy una depravaba.
-Semos...
Ora el juego me dejaba en penumbras para, luego de inútiles intentos de que los fusibles automáticos reaccionaran, hacerme bajar al manual del estacionamiento, mientras el par de piernas corrían sonoramente por las escaleras. El drama que armé terminó el negocio.
Natural, en su puerta al patio de la privada no era una mariposa alocada, como las predecesoras, y ahora recibía de vuelta el regañó de su compañera, quien ni el saludo me devolvía a pesar que por meses usó mi red para conectarse el hiperespacio.
Ella miraba vacilando de la vergüenza a la fascinación, sabiendo que cualquier día, como sucedió…
-0-
Ahí detuve la narración en el muro virtual, que no se sorprendió en absoluto, familiarizado con la puesta en escena de mis cuitas y mis parabienes a la vejez y sus privilegios, que nadie podía ni tenía ganas de determinar cuán reales o fantásticas eran.
Al despedirnos con la intención una mañana, cuando Natural volvió al interior de su departamento me descubrí pensando:
-Es mía aunque no la posea, pues la merezco.
Cada vez luego al encontrarla frente a frente o con la mirada distancia, ella abandonaba la protección que los espacios de nadie le exigían, demorando el momento en su paladeo.
La amiga estaba ya al borde de un ataque de nervios por la relación platónica, cuando se produjo un afortunado accidente. Entré a un cibercafé en el momento en que la muchacha saldaba la cuenta y me destinaron la máquina recién desocupada por ella. O era un desorden con un par de piernas o le ganó la prisa, y dejó la máquina sin cerrar las páginas en las que navegó. 
-Menuda joya virtual resultó la mosquita muerta –me dije ante el despliegue de promiscuidad en la pantalla.
Las webs de dos redes sociales y de un sitio para citas relataban tal intensa historia sexual-amorosa-, que hasta mi prolija experiencia se ruborizó y en una suerte de reflejo condicionado salté de la silla como de una cama orgiástica donde todavía escurrían los flujos del placer, jeje.
Entonces caí en cuenta: la “imberbe” me odiaba por dar de baja la línea de internet.
Y Natural...
-0-
Al músico lo encontré por ella, territorio neutral donde nos haríamos. 
Pasan los años como a siglos pues estamos en el híper y la joven motivo de mis delirios tuvo un amor que no reparó en esconderme pues para entonces la Niña se había mudado a este departamento al fondo de la privada. 
Continuaba su romance la mañana en que el mío terminó a la vista de todos ayudando a la joven costeña con las maletas. 
Para entonces éramos dos completos extraños y en breve ella me despreció sin más, gracias a la roommate, quien cambiando roles e intenciones buscó en mí la perversión que estaba al fondo de sus entretenimientos.

El clip es un exceso para la historia. Pido perdón a sus autores, jeje. 
En una reunión de vecinos regalé un pequeño libro con mi nombre y la Roomi se aficionó a los blogs indicados allí. En particular a éste, donde iban mis historias sexo-amorosas, bobas y no.
Fue realmente una gran sorpresa que tocara a la puerta deshaciéndose en halagos con un ruego: corregir sus cuentos.
-No sé fabular y desconozco por entero el género -le dije.
-Pero sabe escribir y me gusta mucho lo que hace. Ande, por fa.
Le ayudé como pude durante un par de tardes. La práctica tenía algo que inquietaba vagamente sin que precisará bien el motivo.
La segunda vez se despidió de forma muy sugestiva y regresó pronto dándome gracias por los aplausos de su maestra y con la solicitud de continuar.
Percibí el ya para entonces claro mariposeo de las jóvenes sobre un viejo inocuo o que se manipula con facilidad. Era odioso luego de Mía y la Niña, mayores que ella, y a la vez irresistible. Mi autotestima con el otro género, una de las pocas medallas de las cuales podía presumir, estaba por los suelos.
A la manera de los días anteriores, se sentó en una silla frente a mí para leer. La falda corta y apretada descaró sus intenciones ylas piernas jugaban a cruzarse o abrirse un poco. 
-Busca a otro estupido -pensé y enseguida. -¿Quieres jugar? Será a lo rudo o nada.
Los ojos se me clavaron en el objetivo obligándola a decidir. 
Detengo ahí el relato por obvio y porque a punto de iniciarnos, escuchamos a Natural llamar.  
Agrego sólo que si mi vejez resiste la expulsión del mercado del amor y la carne, jeje, se lo debo a quien otra vez tiende inocentes hilos entre nuestras puertas.
Para Natural la multiempleada canción dice exclusivamente los versos generosos, necesarios ahora pues no hay más que esconder. 
Tú, R, sabrás perdonar y sino ni modo, jeje. Espero que los vidrios de mi ventana no amanezcan rotos. 
-0-
Como ahora decidí pasarles cuanto tontería escriba, nietos, me guardaré la vergüenza por viñetas de este tipo.
Hay explicaciones regadas aquí y allá sobre mi comportamiento en la vejez. Tomen una cualquiera. 
-0-
Pasan los años y mi música sigue causando estragos, jeje. Ahora en la novia del vecino narcomenudista, que por competir con la Tic venía a coquetearme cuando ella andaba por aquí. 
Hace un momento con un cigarro en la boca se recargó contra mi puerta como Marlene Dietrich haciendo de Ángel Ázul. Igual que ésta sin duda pretendía algo más del viejo profesor-¿Me presta para unas chelas?, digamos. 
-Qué buena es su música. ¿De dónde la saca?
-De mis discos.
-¿De veras? -dijo soltando el humo que quería seducir al universo. -¿Un día me invita a oírlos? -a solas los dos, prometían sus mefistotélicos ojos, jeje. 
-¿En cuánto calculas mi cuenta de banco? -contesté en silencio. Total la del director de escuela tampoco debió ser muy gruesa.
Realmente está para comerse, la damita, así que bien podría consultar la cuenta por internet, jeje. Hasta que se pone a bambolearse con suavidad. 
-Te vendrían de perlas unas clases con Marlene.
-Perdón.
-Sabe mucho de música.
-Ah, sí. ¿Quién es?
-¡Cuac! -se escucha vía telefónica a dos mil kilómetros. Luego, la risa.

2020

-¿De dónde la saca? -pregunta  Inquietante.
-Youtube, discos, nada más -respondo mientras Tierna hace honor al apodo, bailoteando.
-No clave así los ojos -pienso cuando aquélla se da a su mejor arte. Es dura y trae a mal traer al hermando de la compañera, tipo ruidísimo con el que me esmero en llevarme bien hasta hacerlo parecer mansa paloma (lo he visto tundir a más de uno para defender sus rumbos).
Tierna trata conmigo con frecuencia, pidiéndome u ofreciendo cosas.
-Voy al Oxxo, ¿quiere algo? -dice rigurosamente cada madrugada camino con el novio a surtirse de chuculucos que acompañen ¿piedras?, ¿tachas?, ¿algo para mi desconocido? O:
-Nos quitaron la luz, me deja poner una extensión.  
Hay peleas olímpicas en esa casa y después tras mi pared se las escucha gemir quedo tres, cuatro, más veces, en encuentros cuya furia hizo algunas noches avanzadas que Tierna y su pareja continuaran en el patio comunitario.
Inquietante es púdica y ni así oculta el volcánico carácter pasional.
-Ya, deje esa mirada -vuelvo a pensar, imaginándola entrando a mi casa subrepticiamente, jeje.   

miércoles, 28 de octubre de 2020

Ahora el año es 1995 o cien antes, o La vida experimentada desde un hombre delgado


Busco y tardo en encontrar qué y cómo. 
El país toca fondo públicamente. Solo eso pues su abismo secular se recicla cada tanto, con breves suspensos cuya promesa es redimirlo o darle pequeños alivios que hombres y, a veces, apenas a veces, mujeres, aprovechan para creer o liberarse eso poco permitido al pueblo.
Llaman Mefistófeles a Carlos Salinas de Gortari y no es sino uno más en la corte que acompañó al Ángel Caído local, eterno desde luego, aquí y para mis efectos encarnado por Matías Monteagudo, inquisidor durante los últimos años coloniales, redivivo vistiendo estos ropajes.
¿Cuál es?, me pregunto al contemplar a quienes presiden la escena.
Como sea, un nuevo procurador general de justicia contrata a la Paca, "bruja" que sin falta consultaba Raúl, el Hermano, así, con mayúsculas, para encontrar los restos de Manuel Muñoz Rocha, al cual se atribuye ordenar asesinaran a Francisco Ruíz Massieu, figura mayor priista y emparentado con la familia Salinas en tanto cuñado incómodo.
-Murió a balazos un día después -dice su viuda mientras la pitoniza llega al climax:
-Lo enterraron en una estancia de Raúl -quien para entonces está preso.
SIGUE

 
        
Fj:jJf  

-Perdiste el día a día, su cuentagotas y ese infierno que no vives y revuelve los demonios descubiertos en la infancia y confirmados después por nuestro Sabio analfabeta, sempiternos, se diría -pienso leyendo lo de líneas más adelante, alineado a centro e izquierda.
Eres delgado, más bien pequeño y tu agilidad te hermana con los pájaros que tuvieron a bien criarte y quedaron en el generoso valle del altiplano para mejor exaltar a esos negros cuya alharaca celebra al sol y la noche entre aromas vegetales infinitos, pareciera, esparciéndose desde colores y dibujos imprecisables a tus sentidos, que reviven aquellos de trópicos costeños donde también creciste, pues el tiempo circula hacia adelante y atrás, sabes hoy y mañana, cuando viejo tengas otra vez cuarenta años y no necesites la mantecada de la abuela, como Proust.
El peso corpóreo determina al mundo, conf
irmarás en un segundo escritor, y tal vez por ello libras la miseria humana alrededor, al modo de los pescadores y campesinos indígenas y no que poco antes prometían algo distinto y enseguida corrieron a palos burócratas partidarios.
-No es mi asunto -quieres pensar y no puedes, aun viviendo en el paraíso que crean dos niños y te permite colocar para una mujer esa nota sobre un limpiaparabrisas: Hasta el psiquiátrico.
SIGUE
 
"Es el jubileo de la luz, el escándalo de los colores, la efervescencia de los sonidos, la convulsión de los perfumes embriagadores. ¡Cuadro magníficol ¡Epopeya de la hermosural ¡Sensualidad incomprensible del infinito! (...) es el harem de los sentidos (...) tras la niebla es una beldad que se sospecha existiendo envuelta en su mortaja".

Durante 1879 así veía Guillermo Prieto la ciudad donde nosotros vivíamos en 1992. ¿Qué le hizo exaltarse hasta ese punto? ¿El panorama de un escalón al descender hacia la costa oriente desde nuestro altiplano? ¿También su caserío entre montañas  y así calles caprichosas, controlando el comercio y la actividad política regionales?

Urbanizada a marchas forzadas, como toda población que se mereciera, seguramente fue armoniosa desde apenas terminar nuestra Conquista, aprovechando las comunidades indígenas alrededor, y ahora quedaba el eco, su traza originaria que respetó el segundo de los dos modelos ideados para estas tierras. 

Colonias "como Dios manda" habían mordido buenos, viejos pedazos, y los asentamientos populares al ahí te va terminaron con sus coquetos alrededores de haciendas, ranchos y "pueblecillos".

Si bien el efecto no resultaba desastroso, a la manera de mi macro capital, por ejemplo, y el espectáculo era más bien hermoso, con montañas vigilándonos y verdura por cualquier sitio, todavía bajo casi eternos chipichipies y niebla.

Unos años atrás nos cambiamos allí con gruesas reservas mías, pues dos décadas atrás aquello ganó fama de recibir a cuanto "intelectual" capitalino "enloquecía". Ahora pululaban teatreros, artistas plásticos, etcétera, que huyeron del sismo en pos de los programas públicos desarrollados desde entonces. Para eso momento no les iba muy bien, por las mudanzas sexenales.

En todo caso yo apenas tenía trato con ellos y menos con otros, ejerciendo mi paradisiaco oficio, y solo atendía al asombroso devaneo de los muchos convencidos por el nuevo Mefistófeles mexicano, que les vendía cuentas de vidrio aun más sorprendentemente valiosas en nuestros mercados. Votarían al próximo candidato oficial con una fe no menor que recién al "hijo del general". El histórico "país bronco" avanzaba aprisa al adocenamiento.

¿En tiempos de Prieto esta casi villa podía conocerse al derecho y al revés con una breve mirada inteligente? Así creyeron los extranjeros que por montones atravesaban México, realidad en penosa construcción, y el mismo compañero de Benito Juárez y sus amigos y enemigos, a quienes se encargaron cuatro millones de kilómetros cuadrados y ya habían perdido dos casi sin darse cuenta, como si los bolsearan en un mercado.

-Te aviento un plumazo y ya estás inventariada, ciudad provinciana y tus allendes -decían todos ellos y les pasaba de noche hasta lo más obvio.

En fin, muy su cuestión. Cien años después yo no intento entender lo que ni siquiera medio vivo, pues tengo de sobra con dos muchachos, un edificio que fue para segundos frentes, conforme grita el segundo estacionamiento oculto tras un muro, la hermosa vista por los ventanales hacia el monterío y poco más con M, mi pareja sin oficializar evitando molestias a terceros.

Que este es El año, otra vez, sabré luego, cuando encuentre términos como decolonizar, nacidos justo ahora, mientras acabo aprisa tres pequeños volúmenes siguiendo la pista de La invención de América, los Anales, Gerbi... y construyo mi propia pequeña urbe provinciana, que nadie más conocerá bien a bien, al modo de las de Él y el Nuevo, para siempre secretos enormísimos.        

 

Fj:jJf

martes, 27 de octubre de 2020

jueves, 22 de octubre de 2020

El Tic diálogo sobre mis oficios, u Oferta de sicariato

-Repíteme tus oficios -dice la Tic.

-Espera -contesto-, leo la tarjeta de presentación que hice: Andar por ahí a la manera de los más, cojeando; mirar hacia fuera y hacia adentro, por obligación antes que por voluntad, sin mayor aprendizaje pues lo hago perdiéndome en lo mirado. Y así: criador, adorador del pueblo, amante...

-Para. ¿Qué te pido?

-No sé.

-¡Cuac!

-Son oficios no remunerados.

-Hasta ahora. 

-Vaya necia.

-Vienes o vienes, punto.

-¿Ves? Apenas se vuelven patrones lo patean a uno.

-Pobrecito. N necesita abuelo y le prometiste...

Pizarro.

-Saca de esto al enano.

-Si hablamos de él, carajo.

-Con hijas o nueras mal habladas no la llevo.

-Ya que tocas el tema, necesito macho en la cama, la hamaca o donde quieras.

-Llamo usted a una agencia equivocada. Aquí solo hay lesbianos.

-Estamos en cuarentena y crisis económica, olvidas. Quién vendía tacos hoy se dedica a los pambazos.

-Calle, cínica, que vuecencia tiene trabajo garantizado. Compositora, menuda profesión. Peladitas y en la boca es para ti el asunto.

-Envidioso.

-¿Y luego? ¿Cuál ofensa?

-Basta. Entras este lunes próximo.

Dos compases de intervalo.


-Ah, no, eso sí que no. Nada de "canons", vas a pervertir musicalmente al enano. 

-Chíngaste.

-Bueno. Empieza a armar las maletas.

-0-

Al día siguiente fallo en un trámite oficial y llamo a mi amita.

-Individua, agrega a la tarjeta de presentación: sicariato. 

-¿Por?

-Ya no tengo huellas dactilares. Se van con los años. ¿Todavía pretendes que sea tu amante? ¿Me dejarás sacar de paseo a N cuando puedo olvidarlo en el camino? 

-Es muy despierto ese niño, apriétate a su mano.



Fj:jJf

martes, 20 de octubre de 2020

1982. ¿Qué sueño muere?

¿Quién escribió I compagni , me pregunto en 1982 contemplando al Nuevo, a quien entre su sillita para bebe la tierra mece? ¿El sueño murió, conforme aseguro?

-Ven -digo para mi segundo recordatorio de que estar será siempre maravilla si hambres y guerras convencionales no aprietan. 

Hasta con auto es así y no resulta poca la cosa, confirmo cuando meto al pequeño en uno de esos sarcófagos que solo tienen sentido Sobre el camino, según bien sabe Ibn Simbad destartalado camión tras camión bordeando desiertos y mares interiores.

Las quietas estampas a que el Nuevo se acostumbró transcurren ahora sonorizadas por un bochinche cuyos componentes distingue ya sin dificultad.
Bajamos y, mientras lo celebran, alguien me pasa cincuenta cuartillas mecanografiadas.
Todo desapareció, sabemos los reunidos para semana a semana producir una revista así de nombre equivoco: Información obrera. Ojeo aquello confirmando cuánto se perdió: Autogestión. Cómo apropiarse la brica.
Mi pequeño, al que debería llamarle así pues no lo tengo ni parasito y menos, desde luego, quienes juegan con él sin percibir cuanto anda a su aire por el lóbrego sótano donde encontramos lugar ¿los compañeros? Llamarnos camaradas resultaría estúpido. 
Ese alguien del documento merece tal título y pronto vuelvo a topármelo en otra ciudad como mil usos cuyas tareas detesta y que con cierta razón me trata despectiva, rencillosamente. Solo cierta, aclaro, en tanto el paraíso no lo disfruto por cuna y podría gozarlo también si viviera al modo suyo.
Guapo, fuerte, con conocimientos especializados que hallaron justo espacio en la gigantesca fábrica de glorioso augurio, disfruta ahora al creer hacerme burla.
Intento explicarle y no hay manera. Perdió el futuro que a ambos nos haría mejores con millones entre quienes están María madre, Cristina, Agustín, Simón, nuestro Sabio analfabeta y demás del Santo Lugar, y Ruth, don Cosme, Nelly, María a secas, Leopoldo y un largo etcétera al cual perdí la pista y hallaré otra vez aquí y allá, derrotados sin excusa, aunque tal y cual bien sepan ocultarlo, como Alfredo, incansable perseguidor de sueños.
Alguien vuelve a ser macho a secas y su lucha malamente interrumpida no le permite emular a Margarito, que sino culminó por completo la suya, corrió al patrón convirtiéndose en cooperativista y luego orgulloso escritor marginal.
Perdió la clase industrial, preciso ya, si bien unos pocos entre ella, estilo Rosario, seguirían adelante para que cuando casi veinte años después nos conociéramos, completara mi capacitación en perspectiva de género y lograra dar un salto sustantivo a la justicia laboral, pírrica victoria,  igual que sus primeros exitosos avances en centros maquileros posteriores, hasta rendirse, así no crea, hecha consecutivamente diputada y asesora de un vil represor.
El movimiento inquilinario urbano popular y las y los maestros disidentes continuarían su avance, este último hasta erigirse en muralla, y campesinos y campesinas tras vivir un infierno se repondrían gracias a los quinientos años detrás suyo.
El obrero y la obrera fabril...
-Regrésenmelo -digo aquella tarde refiriéndome al Nuevo volviendo a casa confirmo cuánta suerte tengo.          

Fj:jJf

lunes, 19 de octubre de 2020

I compagni


Minuto 2:01:00
La secuencia anterior a esta va en Los motivos de la feNo soy el Profesor que allí envía a sus compañeros a un enfrentamiento cuyo trágico resultado debió prever. Bueno, se trata de una película. ¿Hacen cosas así los agitadores? Nuevamente: ficciona nuestro director. Si bien quizá fue así durante los primeros tiempos... ¿cuando qué?, ¿era necesario incitar a la acción a masas desconcertadas? ¿En verdad hubo tales? Para la clase obrera sí y entonces encuentro a mi abuelo a los dieciséis años produciendo lo que con sus mentores llamó huelga general y fue llano dinamitar bocas de pozos a los cuales entonces no habría acceso. Ni un muerto durante la jornada pues en caso contrario el futuro del sindicato recién nacido sería nada. ¿Niñerías, entonces?, ¿sindicalismo igual a patraña? 

En Chelho y vaya a saberse cuantos pueblos indígenas a lo largo de tres siglos y medio, quienes convocaban eran vírgenes reveladas donde resultara a propósito -árboles y cosas semejantes- o que
encarnaban en vecinas, o santas cruces parlantes
, u hombres más sencillamente iluminados, estilo Jacinto Canek, o que ganaron el derecho como líderes, caso Miguel Casarubias.
Compañeros no tiene el mismo sentido que  camaradas, creo. Éstos forman una cofradía profesionalizada en la agitación -¿les dicen algo bolcheviques o Fidel Castro y sus doce? Tuve a aquellos primeros y solo ocasionalmente o sin darme cuenta a los segundos, a quienes sentía cercanos por amistad o afinidad, somo obrando a través suyo: PV, Percas, Luis y demás, muy distintos entre sí. No cuento a los que así se creían y eran universitarios o ex universitarios jugando por un ratito a la revolución incruenta -buenas personas, dicho sea de paso.
A Jesús lo conocí ya viejos ambos y no asimilo todavía una anécdota que narró confusamente. Él y sus amigos tenían dieciocho, veinte o pocos más años al decidirse a ser ¿guerrilleros? Marcharon a una sierra no muy remontada y de noche tres desestiman el frío sin necesidad y mueren.
Los camaradas no siempre hacían cosas sensatas y pasé años atestiguando clandestinidades absurdas y paralizadoras. A cambio despreciaban al Percas, quien no tenía tribu y se movía donde más apremiaba y no era fácil.
¿Había conciencia de camaradería entre las numerosas familias que protagonizaron una lucha con aires épicos en nuestra ciudad? Solo para veinte personas seguro convencidas de dirigirlas, cuando la historia exigía el mero, impulsivo compañerismo. 
No despotrico contra el hacer que requiere formación y disciplina estrictas. Digo y ya.      

 


Fj:jJf

Los motivos de la fe y el arte de no hacerse pendejos

  

Optimismo de la voluntad y de la conciencia, solté corrigiendo a Gramsci, ante quien debería sentirme enano y no lo hago por respeto a él y a Bardedor, Galezzo, Gasperina, el Profesor y sus más recalcitrantes compañeros cuyo nombre olvidé y me avergüenzo por ello, pues es como sino existieran Sandalio, Candida, Teresa y esos miles y miles sin los cuales mi abuelo no habría presidido el Consejo Soberano de Asturias y León, tan poca cosa según los atildados liberales españoles que exigían desapareciera -total, resistir a solas al fascismo nacional e internacional y prefigurar una república del pueblo era para nacos y mejor estaría dejar aquello en paz y exiliarse donde vivirían cómodamente.


Se condolieron viendo la foto hace once meses.

Animo, que esa mujer tiró al helicóptero, les dije. Permítanme celebrar el momento más importante al cual asistí en mi vida -¿y la revolución cubana, Vietnam, los sandinistas?; bueno, exagero un poco. 

¿Que la Revolución Mundial no está en marcha también en Chile y Estados Unidos?

Carraspean y vuelven a lo suyo.

Los locos, como los niños y niñas, también somos pueblo -nunca pegó la consigna, por más que insistí en introducirla durante cada oleada, jeje; ahora...

Este es el momento mayor protagonizado por mi abuelo. La Revolución de Octubre -1934, aclaro, vayan a creer...- fracasaba, quienes la habrían consumado de no abandonarlos hasta los insuperables hijos de Durruti, se negaban a aceptarlo y Belarmo podía ser lapidado:   

Camaradas! ¡Soldados rojos! Delante de vosotros, convencidos de que hemos sido fieles a la confianza que depositasteis en nosotros, venimos a hablaros de la triste situación a la que se ve reducido nuestro glorioso movimiento de insurrección. Hemos de confesar nuestras conversaciones de paz con el general del Ejército enemigo. Pero hemos sido derrotados solo por un tiempo. Todo lo que podemos decir es que en el resto de las provincias de España, los trabajadores no han sabido cumplir con su deber y no nos han ayudado. A causa de ello, el gobierno ha podido dominar la insurrección de Asturias. Además, aunque tenemos fusiles, ametralladoras, y cañones, carecemos de munición. Todo cuanto podemos hacer es concertar la paz. Pero esto no significa que abandonemos la lucha de clases. Nuestra rendición de hoy no será más que un alto en el camino, que nos servirá para corregir nuestros errores y para prepararnos para la próxima batalla, que habrá de terminar en la victoria final de los explotados..."

Santa Utopía guarde al pueblo boliviano, aunque algunos le escamoteen el esfuerzo tras matanzas que también a ellos los harían resguardarse en Suiza, digamos.   



Fj:Jjf

sábado, 17 de octubre de 2020

Aquí nadie se rinde

 Mañana son los comicios en Bolivia y no hay cómo ocultarse que, con amparo internacional vía OEA, la derecha hará el raude necesario para obligar una segunda vuelta garantizando su triuno, según se prevé. Solo según, desde luego, pues desde 2005 este pueblo insiste en no rendirse. 

En 2005 encuestalmente el Movimiento al Socialismo obtendría 37% y recibió 55%. Para 2010, y a in de que no quedara duda, casi 96% de los electores acudieron a la cita y Evo Morales arrasó: 64%. 2015 tuvo 41,79 %, contra  20,58 % del más cercano perseguidor, y en 2019 desgastes y dudas resultaron insuicientes, conorme a lo pactado sobre una dierencia mayor al 10%: 47,08% contra 36,51%  

Ahora quienes son duchos malabaristas con ciras vacilan entre, ni más ni menos, 42,2% sin contar indecisos y blancos y 34.0% y 27.9%.

Vuelvo a la cama coniando también en este vieo cuya humanidad pareciera casi por completo gastada.

Aquí nadie se rinde, ¿verdad? 

miércoles, 14 de octubre de 2020

Qué vergüenza. Había Los Anales, Hobsbawm y cia.

También profesionalmente había qué hacer y, no importa cuán absurdo suene, apenas hoy puedo verlo.

Cierto, los más somos seres táctiles, y a quienes como yo tienen manos obtusas no les queda sino acariciar. Aun así disponía de mínimas herramientas para que la cabeza funcionara y malogré su empleo. 

¿Justificarme arguyendo el atraso de nuestra academia? ¿En verdad había tal? Así daba la impresión cuando por dos años fui un atildado investigador, durante los seis de trato con Vuecencias para programas radiales o aquel propuesto a airear sus documentos injustamente arrinconados. 

Viví ocho más entre Braudel, Chaunu, Duby, Hobsbawm, etc., a solas y sin factible continuidad. Ni siquiera percibí bien a bien lo que significaban.

¿Lograré empezar setentón? Intentémoslo. El tiempo perdido es a cuenta exclusiva de mi persona. Vaya vergüenza.  

Fj:Jjf

martes, 13 de octubre de 2020

El evangelio según yo mismito o Calzada no sé cuántos

 -Ay, mi pobre Comedia Humana.

-¿No era simple paseo por la Calzada de los Misterios?

Ese diálogo interior sostengo cada tres meses variándolo, pues a ratos creo escribir el Evangelio Según Yo Mismito, que es, digamos, un Chilam Balam para la especie entera.

Sino tuviera el ojo chinguiñoso por cenar en cama, me recetaría ahora tremendo video con aplausos confusianos, védicos, etcétera. A pura letra da hueva y debo salir un rato para hacerme pendejo de tarde, cuando se intercambien opiniones sobre el magno proyecto que concebí y así conservar mi sueldo un inexistente año venidero, pues entonces estaré en rancho Tic o donde no me hallen ni los acreedores-licencia literaria porque a nadie debo sino la vida, claro, y no irán a reclamármela, no importa cuánto se les antoje, odiándonos fraternalmente, que ellos y ellas tienen unas también regaladas, viviendo todos y todas en tierra Morena, santo desmadre previsto cuyo final puede rematar la obra: cien años en añicos y a ver cómo nos toca.

San Trump, se el megacabrón que presumes y manda a la verga tu sistema electoral, permitiendo a Blacks Lives Matter e ilustres asociados hacer buena aquella gran rola: A un lado, culeros, "los tiempos están cambiando" (Dylan op. cit.) O la otra:

Como sea, ordenaré está madre un tantito siquiera, y a la verga.


Fj:Jjf 

domingo, 11 de octubre de 2020

Tres diálogos

 La mañana empieza con tres diálogos.

-¿En serio? -dice Jesus.

-Sí, arreglaron mi computadora y las grabaciones no están más. 

-¿Por qué retuiteas tanto a ese palestino? -quiere saber alguien.

-Sube dos clases de nota por día. En una muestra destrozos que cometió el ejército israelí y la otra se refiere a cuán plácida sigue siendo la vida entre sus paisanos, trasegando siglos, cuando los dejan.

-¿Municipio de Nicoya?, donde, leo: "Cada 12 de diciembre, centenares de fieles devotos a la Virgen la acompañan en el recorrido por las principales calles de esta ciudad, al son de la música de banda. Frente a la Virgen, los nicoyanos realizan la danza tradicional de la yegüita .

"Según cuenta la historia, en un principio la festividad se concentraba en la parte religiosa y en la preparación de comidas.

"Todo cambió tras un suceso que ocurrió en la punta del cerro de Las Cruces, donde unos hermanos indígenas, pasados de tragos, se pelearon a machetazos.

"La gente que observaba la riña imploró la ayuda de su patrona. Entonces, del cerro bajó una yegua, que a patadas y mordiscos separó a los hermanos y dio por terminada la pelea.

"Ese hecho fue considerado un verdadero milagro. De esa fecha en adelante, en las procesiones va un caballito de madera que ejecuta un baile muy particular, sorteada por una muñeca al son de flautas y tambores".

-Allí mismo -contesta Wylmer.- Las fuerzas públicas se nos vinieron con todo y logramos repelerlas.

Es una real desgracia el extravío de testimonios sobre la para mí épica historia inquilinaria transcurrida entre los años 1970-1980 en nuestra capital. Queda solo el video con la entrevista al Sup, demasiado general.

Condoliéndome vuelvo a compartir al palestino entrañable y Wylmer, cuyos registros visuales no paran, insiste. 

-¿No es mejor un conversatorio para explicar el contexto?

-Intento otra vez -respondo.

Entretanto el inveterado, estructural abuso, continúa ("Tú que vas allá arriba,).


Lo llamo diario asesinato del deseo, ¿recuerdan?, o la otra guerra

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sábado, 10 de octubre de 2020

"Tú que vas allá arriba, Ignacio"

"Tú que vas allá arriba, Ignacio, dime sino ves alguna señal de algo...", dice el padre al hijo en Se oyen ladrar los perros, y quién soy yo para contradecir a Juan Rulfo. Tampoco puedo enmendarla la plana a Luis González cuando escribe: "En la zona alta de Cojumatlán el sexenio de 1861-1866 fue memorable por (...) la aurora boreal, la desaparición de la Hacienda, el paso de los franceses, el maestro Jesús Gómez y arribo de Tiburcio Torres", y no debido a la guerra ente liberales y conservadores, que Napoleón III aprovechaba.   

-No es dos cuadras adelante. Aquí hacemos remedos de ella -contesto jugando a los molinos de viento bien podría enviarlos a ese enlace.

Como sea, ya no sé adonde ir con o sin mi abuelo, por cuánto falta y nuestro mal trato de lo entrevisto.

Al leer esta nota tienta volver al México posrevolucionario: "1526 padres biológicos embarazaron a sus hijas este año". Se refiere, claro, a los casos registrados. El número aumentaría hasta dónde si partimos de que todo aquí tiene subregistro.

Podría guiarme por un estudio sobre la legislación al respecto, pues el derecho mexicano parece concebido para ocultar no solo victimarios sino también delitos. ¿Se confiará en un régimen hecho por quienes a lo Mio Cid asaltaron campos de batalla buscando su heredad? Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y la monstruosa corte alrededor suyo entendían que para usufructuarlo era preciso modernizar al país. ¿Hay quien presuma en ellos altas miras, si quita un nacionalismo estilo pandilla: Mi cuadra no la toques, buey? ¿No aprendieron cuán estratégicas eran las leyes si querían arribar a puerto. ¿Y Miguel Alemán y socios? ¿Exagero? 

Leamos a un especialista a medias: "Las normas en el marco jurídico (...) son cruciales para la aplicación de los derechos humanos" y en nuestro país hoy no garantiza todavía que padrastros, tíos, primos, padres, violen a sus mujeres menores alrededor. Si el derecho romano lo hicieron a conciencia, sirvió a quienes mandaban, creo, pues de eso se trataban, ¿no?, y aquí vale para encubrir a cualquier cabrón que gane batallas donde haya manera: a campo abierto entre balazos, la Bolsa de Valores o una calle en la Romero Rubio, colonia metropolitana que vio cometer el primer crimen a Genaro García Luna apenas chamaco.Vimos antes los números de acoso sexual conocidos. Sobre abuso no hablan. En todo caso parece que el México posrevolucionario se alza sobre una monumental, sistemática violación a niñas y adultas. ¿Y la pederastia cometida contra varones? ¿Sorprende el fenómeno que cuando menos comercialmente y en términos de feminicio trajo nuestro neolibelarismo criollo.

¿Fue la proximidad a Estados Unidos lo que nos volvió segundo paraíso turístico sexual del planeta, en cuanto a niñas y niños? Impunidad se llama el truco tras una eficiente industria.

"La historia de la infancia empezó a realizarse a mediados del siglo XX. Cuando los historiadores son cuestionados por ese olvido, responden que de la misma manera que los niños tenían poca importancia en las sociedades antiguas y modernas, pues lo mismo ocurrió en la investigación histórica sobre los menores", escribe alguien y sigue, siempre a nivel mundial: "La historia de la Iglesia nos ofrece una preocupación de esta institución por frenar la pederastia ya desde el siglo II". Y cita a Demause: “la historia de la infancia es una pesadilla de la que hemos empezado a despertar hace muy poco. Cuanto más se retrocede en el pasado, más bajo es el nivel de la puericultura y más expuestos están los niños a la muerte violenta, al abandono, los golpes, al temor y a los abusos sexuales”.


SIGUE, OBVIO,    

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