viernes, 20 de mayo de 2022

"La historia imposible de contar"

Fracaso al contar, desde luego, porque los sueños, aun cuando parecen narraciones lineales, o justo precisamente entonces, evitan embarazarse con historias aledañas; no citan, jeje, y su sintaxis es clara, sin manías de ágrafo funcional que se intenta corregir. 

Vayan a cambio los tips. 

Un día, confío -¿en serio, jeje?  

¿Sigue a El Abad Prévost y los sueños? Cómo saber, si padeciendo Quijositosis... ¿O es que mi locura responde a aquéllos, volcados a la vigilia? Si hacemos el viaje juntos, María, Cristina, Nabor, Derzú, Shen, Negro del Victoria, Molley, muchacha que sobrevivió a 1524, Hilla, niños cuyos ojos vaciaron rumbo a Jerusalem en 1212, Sheilla, también ustedes pierden la razón noblemente?     

El Nuevo (Fotografía) solo conoce de trabajo que no abruma ni al probar cuánto cada vez más demanda. Por eso, creo, lo pone feliz mi declaración, quizá disparata:

-La vejez no tiene precio, gracias a los sueños desatados gracias a ella. Desgraciadamente no puedo traerlos a la vigilia para dialogar, jeje. Si me llamara Carl Jung hasta el Nobel ganaría (https://www.youtube.com/watch?v=w6jmFGFGoNk). 

¿Qué hay allí? Imagino que los años y el ir y venir diario a veces a las velocidades vertiginosas del Internet a nuestros ojos infinito. Mi disco duro no alcanza para registrar unos y otros y entonces esa nube, digámosle así, construida por generaciones, se desata apenas duermo. Con un presente y un futuro liberados, quitando pequeñísimas cargas, literalmente vuelo.        

El Mayo francés es una historia imposible de contar, dice alguien en ese 1968 (P. NORA: «Leretour de l'événement», en Faire l'histoire. I. Nouveauxproblémes). Nadie lo esperaba, según los testigos cuya ilustración parecía permitirles entender cuanto sucediera. 

Sartre, que aspiraba a actualizar el pensamiento filosófico occidental, bajó a las calles para en silencio sumarse a los estudiantes. Le ayudaba, sin duda, el vapuleo de 

su pareja: La nada no existe, cariño. 

Estaban en el siglo que comenzó a materializar la gran utopía. Meses antes, es cierto, habían asesinado al Che Guevara, pero aquella insurrección, universalizándose, reanimaba socialismos cuya viabilidad probaron el octubre soviético, las revoluciones china y cubana y que enseguida refrendaría el triunfo vietnamita. 

Al fondo, los secretos de Mayo. ¿Es así o no entiendo un carajo, como acostumbro?

¿En todo caso, qué busco al andar tras ellos guiado por el hombre que cité? Menudo lío si siguen dándome vueltas el judaísmo mesiánico, cuya cuadratura no me vale ya; los nibelungos, La Rosaleda (https://www.academia.edu/35024744/La_rosaleda._The_Rose_Garden_Golest%C3%A1n_Sa_di_Shirazi._Critical_edition._Ediciones_el_Cobre), etc., y este otro mayo, de hoy, donde quiera que se deje, jeje.

SIGUE, ¿NO?, MIENTRAS CONTINUO EL DIARIO A LA Inesperada, JEJE. 

Los sueños cumplen una segunda función: defecar lo que encontrándolo por toneladas en Instagram y TikTok es emblema posmoderno: Sigfridos y Brunildas de utilería. 

Enzenberger está vivo a los noventa y tres años y no hace mucho escribió El diablo de los números (https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=ZGVmYXVsdGRvbWFpbnxyYW1vbnRyaXN0ZWxsfGd4OjJiNTJhZjVmMzAxNGZhZWY) . "En los sueños, todo es diferente" -dice allí para agregar: 

"Cuando Robert y el diablo de los números hablan, se expresan a veces de forma bastante extraña. Pero una noche sueña con un diablillo que pretende iniciarle en la ciencia de los  números. Naturalmente, Robert piensa que es otra de sus frecuentes pesadillas,  pero en realidad es el comienzo de un recorrido nuevo y apasionante..."

Tal vez al dormir, viajando, pues, por donde la realidad se explaya a placer, entiendo con Angelopulus (La mirada de Ulises) que Homero no merece desprecio, según creí para deshacerme de herencias civilizatorias deleznables.

SIGUE, NUEVAMENTE. QUE DIALOGAR CON SUEÑOS NO ES UNA BICOCA A DISPOSICIÓN CUANDO UNO DESEE. 

Se hace sábado, despierto y no sé adónde ir, con ustedes, a quienes nombré cuando comenzaba esta nota. Nostromo, liberado del relato, insiste y hacemos caso.

"Durante toda la campaña electoral para las elecciones presidenciales de Colombia, el candidato de izquierda, Gustavo Petro, ha llenado plazas de todo el país. En uno de sus eventos, volvió a su pueblo, Ciénaga de Oro (...) Para entretener a los varios centenares que esperan en la finca, Marisol Rojas, jefa de protocolo, anima a los presentes a bailar porro. Es la música tradicional del departamento de Córdoba.

"En medio del baile, algo llama la atención de los presentes. ´Es ciego, es ciego´, gritan. Un señor baila, con bastón al aire y gafas de sol oscuras, mientras choca contra el público (...) Se siente el ánimo de los días históricos. Los asistentes van a estar frente al que esperan que sea el primer presidente de izquierda de Colombia  (https://www.france24.com/es/am%C3%A9rica-latina/20220521-colombia-elecciones-gustavo-petro-cienaga)."

Busco en el tumbaburros virtual, por no dar más vueltas: "Según el Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP) entre el 1 de enero de 1970 y el primer trimestre de 1981, ocurrieron numerosos asesinatos, torturas, desapariciones y otras violaciones de los Derechos Humanos. ´Desde 1970 hasta marzo de 1981 se presentaron 1053 asesinatos y 7571 casos de torturas provocados principalmente por las Fuerzas Armadas´.​ Por su parte, Amnistía Internacional, informó que entre 2006 y 2008, las comunidades que han sido golpeadas con mayor dureza por el conflicto, son miembros de comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas, víctimas de homicidio o de desplazamiento forzado. En 2007 hubo alrededor de 1400 homicidios de civiles, superior a los 1300 que se dieron en 2006. En los casos en los que se logró identificar a los autores, las fuerzas estatales fueron responsables de al menos 330, los grupos paramilitares de unos 300 y los grupos guerrilleros de alrededor de 260."​

Pese a estar a más de una hora en coche del mar, dicen, Ciénaga de Oro ya es la costa Caribe. Eso recuerda a Nostromo (http://www.ataun.eus/BIBLIOTECAGRATUITA/Cl%C3%A1sicos%20en%20Espa%C3%B1ol/Joseph%20Conrad/Nostromo.pdf). "...en 1875 ó 1876  (...)

hallándome en las Indias Occidentales, o más bien en el Golfo de México, pues mis contactos con tierra eran breves, pocos y pasajeros, la historia de cierto individuo" -escribe nuestro autor.

Sulaco, llama literariamente, al arbitrio, a Panamá, que para él hace sentido solo cuando esas tierras se separan de una Colombia apenas entrevista en la novela, paródica, como todo el subcontinente al cual los imperios coloniales siguen llamando como hace casi cuatro siglos. 

Tal maltrato a la realidad social de nuestros pueblos entonces, quizá no impide a Conrad, marino mercante inglés, dibujar a su personaje como no puede hacerlo todavía una incipiente literatura nativa, porque lo trata como a cualquier otro en ese mundo extraordinario que habita. 

"En la firmeza con que se adhiere a la tierra -escribe-, considerada por él como propia herencia, en su imprevisión y generosidad, en la ilimitada largueza con que prodiga sus donativos, en su vanidad viril, en la obscura conciencia de su grandeza y en la fiel adhesión, que tiene en sus impulsos algo de desesperante y desesperado, Nostromo es un hombre del pueblo, la propia
fuerza de éste, exenta de envidia..." 

No busca en él al estereotipo que podría esperarse contemplando una barbarie, pues eso continúa siendo Latinoamérica para Occidente. Por supuesto, no entiende nada del proceso alrededor, cuyo traumático desarrollo conduce a Ciénaga de Oro hoy, cuando el pueblo colombiano puede convertirse en faro para nuestros países.        

SEGUIRÁ, OBVIO, EN CUANTO MARÍA Y LAS Y LOS DEMÁS DESAYUNEMOS, QUE TAMBIÉN EN LA ETERNIDAD DA HAMBRE.