martes, 24 de mayo de 2022

La vigilia sueño

Insisto: retraso mi marcha por inmerecimiento, social, se entiende, pues siendo una persona prudentemente buena es injusto permanecer en este cada vez más intolerable valle de lágrimas sin darle nada a cambio.

"Padeciendo" quijositosis -enfermedad no de Don Alonso Quijano sino experimentada por quienes creen ser sus émulos-, el extraordinario favor que hacen los sueños a un septuagenario alcanza la vigilia. 

Plugiera a Santa Utopía darme los dones de James Joyce en versión noble y no como insufrible varón que pasea el primer siglo XX sintiéndose Dios. Intento compartirlo, sin fortuna. 

Esta es la página inicial de Finnegans Wake, su ultracríptica última obra, con traducción y citas hechas por Salvador Elizondo, otro, mexicano, "sencillito y carismático" (http://www.uam.mx/difusion/casadeltiempo/89_jun_2006/casa_del_tiempo_num89_53_56.pdf): 

"Sir Tristram, 7 violer d’amores, 8 habiendo cruzado el corto mar, había pasancor9 revuelto de Nortearmórica,10 de este lado del estrecho istmo de Europa Menor para martibatallar en su guerra peneisolar,11 ni habían las rocas del allto psawrrador,12 esparcidas a lo largo del arroyo Oconee,13 exagerádose a sí otras mismas a los gorgios del condado de Laurens mientras iban dubliando todo el tiempo su mendiganancia; 14 ni una voz salida del fuego surgía diciendo mishe mishe a tauftauf tuespetrarricio,15 ni entonces, aunque poco después, el muchacho pseudocabronizado, engañó al viejo blandiciego isaac: 16 no; todavía a través de toda la juglaría cristiana.26 La gran desparedición27 que dio desde lo alto llevaba ya consigo, a corto aviso, la pftschute..." 

El escritor parece haber alcanzado allí lo que nadie más, muy útil a las oníricas interpretaciones, creo.

-Tal vez -me responde Jung. -Hice algo semejante con mis averiguaciones, que crees entender y se te escapan. 

-Perdone, buscaba darle utilidad al placentero estado por el cual atravieso -contesto. 

Saluda con genuina cortesía, voltea para seguir con lo suyo y busco traductores sencillos, que divulgan.

Está bien, entiendo. Pero vengo de familia obrera y él tuvo por abuelo a un cirujano y anatomista y posiblemente lo procreo Goethe, así fuera sin reconocerlo, según nos han dicho. Yo no estudié y su señoría fue a la universidad más antigua de Suiza, creada en 1460, cuando el Occidente avanzaba a pasos agigantados hacia un quién sabe cuál siniestro futuro, dirigido por Medicis que controlaban Roma y Fugger y compañía ("La ira de Dios"). 

¿Qué buscaba en verdad el mecenazgo de los Medici y sus contertulios, ayudando a revolucionar la plástica cristiana latina? ¿Terminar con los sombríos siglos a su espalda o mundanizar aquélla a grados insospechables para mejor usufructuarla?   

El austriaco me escucha a lo lejos y vuelve para recomendar:

-"Los años en los que seguí a mis imágenes internas fueron la época más importante de mi vida y en la que se decidió todo lo esencial." Sigue el camino y no hagas caso al escepticismo. 
 

   

SIGUE