jueves, 5 de mayo de 2022

Utopía

 "Esta es quizá la biografía más espectacular de toda la historia comtemporánea", dice alguien a quien termino creyendo aunque sea ticktoker.

¿Qué valen junto a ella los éxitos de, digamos, Brad Pitt y Angelina Jolie? ¿Importa en realidad? Genial, Stanley Kubrick o otros y otras como él esparcidos por milenios: Confucio, Avicena, Cervantes. ¿Cuánto hicieron éstos por mejorarnos como especie? Mucho, pero llega 2022 y los seres humanos pueden desaparecer en cualquier descuido, si bien al mismo tiempo asoman a la utopía mayor: una nueva civilización.

Durante siete décadas me adscribí a otras de diversas proporciones: el populismo revolucionario, los socialismos siglos XIX y XX, universales, o  mexicanas (el Partido Liberal de los Flores Magón, etcétera, hasta los sueños nacidos en 1968) o continentales.

Por un minuto la decolonización pareció la clave. Hoy, con el conflicto ucraniano que anuncia sepultar a Occidente... 

¿Y el diario asesinato del deseo, según lo llamo?

El México de 2018 inició la muerte de una clase política nacida tras nuestra Revolución y gracias a ella puede creerse en cambios profundos que no coinciden necesariamente con la 4T. ¿Cuánto? ¿Cómo saberlo si quizá debemos constituirnos antes en una plena sociedad moderna y ésta vuela mundialmente por los aires?

El caso Debanhi Escobar, no importa si convertido en show mediático, descubre entramados que ni los expertos de buena voluntad muestran, mientras vengo aquí con mi pequeño, decadente espectáculo cuya aspiración es reinvidicar a millones como yo, si estamos dispuestos a exhibirnos.